Zelenski busca un golpe de efecto en plena caída de su popularidad
▶ El posible relevo en la cúpula militar también responde a las dudas sobre el apoyo de EEUU
La guerra en los despachos está suplantado poco a poco a la guerra en las trincheras como el más decisivo de los frentes para la suerte de Ucrania. Casi dos años después del inicio de la invasión rusa, cuando las carencias de armamento y personal vuelven a atenazar a las tropas ucranianas, Kiev se enfrenta a la posibilidad cada vez más real de quedarse sin el respaldo financiero de Estados Unidos. Las dudas sobre el salvavidas estadounidense se conjugan con la fatiga de una población crecientemente resignada ante la impotencia de sus tropas para recuperar los territorios conquistados por el Kremlin. Tanta adversidad está agrietando la unidad del país frente al enemigo común, mientras la popularidad de su presidente cotiza a la baja. «No hay duda de que necesitamos un reseteo, un nuevo comienzo», dijo esta semana el líder ucraniano, Volodímir Zelenski.
Sus palabras sirvieron para confirmar los rumores de las últimas semanas sobre posibles relevos en la cúpula militar que ha dirigido la defensa ucraniana desde que los tanques de Vladímir Putin invadieran el país el pasado 23 de febrero de 2022. Zelenski admitió este lunes que se plantea reemplazar a Valerii Zaluzhni, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pero también sugirió que los cambios podrían ser bastante más amplios para incluir a parte del estamento político.
Pesimismo
El momento es extremadamente delicado, como reconocen varias fuentes en Ucrania. «El pesimismo ha calado entre la población. La gente es muy consciente de la incertidumbre que rodea a la ayuda estadounidense o de los problemas que tuvimos para que la Unión Europea desbloqueara los fondos. Ven que la economía rusa se está recuperando y cómo hay nuevos ataques cada día», asegura a este diario Petro Obukov, concejal en Odesa del partido opositor Solidaridad Europea, liderado por el expresidente Petro Poroshenko. «La situación para mí sigue siendo positiva porque estamos poco a poco destruyendo al Ejército ruso, pero es un progreso difícil de cuantificar. La gente quiere resultados tangibles», añade al otro lado del teléfono.
La popularidad del presidente es del 62%, frente al 80% del comandante en jefe del Ejército
La figura de Zelenski está perdiendo lustre, tanto dentro como fuera de Ucrania. De acuerdo con la última encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, su popularidad cayó en diciembre hasta el 62%, lejos de los porcentajes cercanos al 80% que registró durante los primeros meses de la guerra. En cambio, la confianza en las Fuerzas Armadas se mantiene por encima del 90%, lo que ha abierto todo tipo de suspicacias respecto al posible reemplazo de Zaluzhni y quizás también del jefe del Estado Mayor, Serhiy Shaptala. «Algunos creen que el principal problema es que Zelenski ve a Zaluzhni como un potencial rival político, a pesar de que el general nunca ha sugerido su intención de dar el salto a la política», asegura Oleksiy Melnick, analista militar del Razumkov Center de Kiev. «Si con su destitución busca recuperar la confianza del público, creo que se equivoca».
En las pocas entrevistas que ha concedido, Zaluzhni ha hecho una evaluación de la realidad bastante más sobria de la que proyecta el presidente. En una de ellas dijo que la guerra se ha estancado y, más recientemente, se quejó en un artículo de los cuellos de botella en la producción militar o de la incapacidad del Gobierno para incrementar el número de reclutas. El problema es que todo podría empeorar significativamente si los republicanos se niegan a aprobar en el Congreso de EEUU el último paquete de ayudas propuesto por la Casa Blanca. Para Kiev podría ser casi como una sentencia de muerte. ■