Una expropiación municipal amenaza un espacio modernista
El ayuntamiento derribará una nave centenaria recién rehabilitada, la Casa Rius, que fue taller escultórico y se sitúa en la manzana delimitada por Enric Granados, Rosselló, Aribau y Còrsega.
El Ayuntamiento de Barcelona mueve ficha para hacerse, vía expropiación, con un solar en un interior de manzana del Eixample. Se trata de la isla formada por las calles de Enric Granados, Rosselló, Aribau y Còrsega, a dos travesías del Hospital Clínic. Entre las víctimas colaterales hay una nave centenaria recién rehabilitada, la Casa Rius: este antiguo taller de esculturas sacras recuperó su esplendor hace cinco años para acoger eventos culturales.
El terreno en cuestión aún no tiene uso definido y el consistorio estima que podría disponer de él dentro de «un año» aproximadamente, según apuntan fuentes municipales. Está calificado de equipamiento desde 2010 y ubicado junto a un jardín interior ya existente, la plazoleta Joan Brossa. «Es una pieza interesante para la ciudad y el distrito del Eixample, y se está trabajando para definir y concretar la futura intervención en este espacio de proximidad de uso público», sostiene el consistorio.
La operación es laboriosa, porque afecta varios propietarios y fincas. Concretamente quedan afectados unos 1.500 m2 repartidos entre tres bloques de pisos, situados en la calle de Rosselló 195 y en los números 238 y 240 de la calle de Còrsega. No hay ningún vecino que deba ser realojado, pero desaparecerían dos naves que contienen un showroom de diseño industrial y un espacio singular de eventos culturales.
Tramitación en marcha
«Según un plan especial urbanístico aprobado en 2010, estos terrenos pasaron a estar cualificados como equipamiento, con destino a guardería pública», sitúa el consistorio a preguntas de este diario. Tras años en barbecho, el ejecutivo de Jaume Collboni aprobó de forma inicial el inicio de la expropiación este verano y le dio luz verde definitiva el pasado 21 de diciembre en comisión de gobierno. Ahora, con un anuncio oficial publicado en la gaceta municipal, el boletín provincial y en prensa, procede a notificar la decisión a los afectados.
La comunicación zanja la fase de alegaciones y abre la vía amistosa para ejecutar el traspaso. Da 15 días a los afectados para presentar sus títulos de propiedad u ocupación, una propuesta de precio de expropiación y el plazo que necesitan para desalojar estos espacios, que como máximo pueden ser cinco meses. Si no están de acuerdo, pueden acudir a tribunales.
El anuncio oficial especifica la pérdida de superficie de cada uno de los afectados directos por la expropiación. El más destacado es la Casa Rius. Sobre el papel, pierde 884,29 m2, más de la mitad del espacio actual. Sin embargo, lo importante no son los metros, sino el interés arquitectónico. Se trata de una nave modernista construida entre 1912 y 1913 por el arquitecto Salvador Puiggrós i Figueras para cobijar el taller escultórico de Josep Rius i Mestres (Barcelona, 1866-1958), que instaló aquí una pequeña fábrica de arte sacro y pesebrismo.
Quedó convertido en un anodino almacén hasta que la fundación privada ACICAC lo rehabilitó a fondo y recuperó una espléndida claraboya, las columnas de hierro forjado y los cierres originales. Hace cinco años que acoge actos culturales y eventos, por ejemplo los Premios Tusquets y Òmnium de novela, la presentación de la nueva temporada de la firma de moda Sita Murt o encuentros políticos de ERC y BComú. ■