El Periódico - Castellano

¿Es viable que el Barça haga sus propias camisetas?

- ALBERT GUASCH

Joan Laporta sorprendió la semana pasada al verbalizar que se ha planteado prescindir de Nike o de cualquier otra multinacio­nal y crear una marca propia para una mayor rentabilid­ad en la venta de la indumentar­ia barcelonis­ta. ¿Es una idea realista? En el sector se muestran muy escépticos.

Durante la última campaña electoral, el precandida­to a la presidenci­a del FC Barcelona Jordi Farré, empresario que adquirió su rato de notoriedad al impulsar la moción de censura contra la junta de Josep Maria Bartomeu, llevaba la propuesta de crear la marca de ropa deportiva Barça. «Como Air Jordan. Nadie compra ropa del Barça por Nike, sino por el Barça», dijo en una entrevista a este diario. «Estamos en un país muy textil, donde hay los mejores centros tecnológic­os de Europa, donde están los polos de fabricació­n de ropa y que las grandes marcas ya están volviendo a fabricar en Catalunya. Esto generaría unos 3.000 o 3.500 puestos de trabajo», añadió.

Farré hizo parte del trabajo sucio al presentar la moción y desapareci­ó del radar barcelonis­ta, pero su propuesta, a la que no se le prestó realmente mucha atención, fue repescada la pasada semana por Joan Laporta. El dirigente realizó unas cuantas afirmacion­es sorprenden­tes durante su entrevista en RAC1 del viernes y una de ellas hacía referencia a la marca comercial de la indumentar­ia.

Existe tirantez con Nike, que viste al Barça desde 1998. Han habido problemas de suministro, entre otros. Y aseguró el presidente barcelonis­ta que «el mercado» le ofrece el doble de lo que paga actualment­e la marca de Oregón, que son, en virtud de la renovación de 2016, unos 105 millones, más 50 en variables. Cuando dijo mercado, podía haber dicho Puma, pero no lo quiso verbalizar. En resumen, que se plantea romper el vínculo con Nike, firmado hasta 2028.

De forma inesperada Laporta repescó una idea que como mínimo es osada. «Hay tres opciones: seguir con Nike, aceptar lo que nos ofrece el mercado, que nos pagaría mucho más, y hay la opción de hacerlo nosotros a través de BLM como hacemos con otro tipo de ropa», aseguró. BLM equivale a Barça Licencing Merchandis­ing y es la empresa creada en 2018 bajo el mandato de Bartomeu que se encarga de explotar el negocio de camisetas y todo tipo de productos asociados al club.

Añadió Laporta que «si ves lo que cuesta hacer las camisetas y el precio a las que se venden...». Pero al cabo de nada pareció darse cuenta de la dificultad de la empresa. «En términos de rentabilid­ad, crear la marca propia Barça no está descartada, pero hay opciones más seguras como las que paga el mercado».

Existen precedente­s

No sería el Barça el primer club de la liga española que se atreve a prescindir de una multinacio­nal y hacer un juan palomo: lo de yo me lo guiso, yo me lo como. El Athletic Club apostó por crear su propia marca y duró casi una década a principios de los 2000. Mallorca y Betis también dieron el paso, pero más brevemente.

Como el Barça ya fabrica ropa urbana y merchandis­ing que vende en sus botigues, Laporta elevó la imaginació­n a los cielos e incubó la idea de replicar el modelo para la ropa que se enfundan todos los equipos del club. Pero, claro, esto no es el Athletic o el Mallorca. Son muchísimas camisetas. Millones. Y se venden en todo el mundo.

La duda que surge es evidente: ¿Puede el club crear y sostener la infraestru­ctura para diseñar, fabricar, distribuir y vender semejante montaña de indumentar­ia? Fuentes del sector retail consultada­s para este pieza se muestran sumamente escépticos. «Una cosa es fabricar para la megastore unas cuantas camisetas retro y otra

El club azulgrana no sería el primero: Athletic, Betis y Mallorca ya lo probaron

muy distinta hacerse cargo del volumen de ropa que requiere el Barça», dice una.

Pocas compañías, remarca esta fuente, disponen de la capacidad de comerciali­zar por todos los países del mundo como Nike. Puma, ahora mismo, no tiene ni tienda propia en Barcelona. Según publicó el diario Sport, la marca alemana ofrece 115 millones fijos y unos variables que, de cumplirse, podrían alcanzar los 200 para la entidad barcelonis­ta.

Antes que Nike, el Barça vistió Kappa y más anteriorme­nte la mítica Meyba. En el 2016 casi cambia a Under Armour, que realizó una oferta potente. Como ahora Puma.

Por supuesto, existe la opción de llegar a un acuerdo con un operador que se encargase, como mínimo, de toda la logística de distribuci­ón. Posiblemen­te es lo que imagina Laporta al barajar la posibilida­d de la marca autóctona.

En cualquier caso, se aleja la idea de vender en forma de palanca la mitad de BLM. La aprobación de la Asamblea de Compromisa­rios para ello existe. Ahora es una suerte de tesoro a preservar y seguir engordando. En el último año tanto la venta en tiendas físicas como online ha crecido sustancial­mente.

Ha ampliado el catálogo de productos (gafas de sol, juguetes, ropa urbana y retro), el número de botigues y se ha convertido en la cuarta fuente de ingresos del club. Solo va detrás de patrocinio­s, instalacio­nes y derechos de televisión. Una inspiració­n para la aventura de la marca propia, si no fuera por que está cargada de una enorme complejida­d.

 ?? Joan Monfort / AP ?? Pedri abraza a Vitor Roque tras marcar el brasileño su primer gol con el Barça ante Osasuna en Montjuïc.
Joan Monfort / AP Pedri abraza a Vitor Roque tras marcar el brasileño su primer gol con el Barça ante Osasuna en Montjuïc.

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