El albergue de toxicómanos estará tres años más en el Baix Guinardó
El ayuntamiento prepara un contrato para que el centro que acoge adictos sin hogar siga en el antiguo Hotel Aristol a la espera de su destino final en el complejo sanitario de la Magòria.
El albergue municipal para toxicómanos sin hogar que se encuentra en el antiguo Hotel Aristol, en el Baix Guinardó, ahora denominado Centro Residencial Integral Balena, seguirá allí por lo menos tres años. El Ayuntamiento de Barcelona está preparando nuevo contrato con la entidad que gestiona el equipamiento, la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), con una duración de tres más dos años. Es decir, si el consistorio está conforme con la situación, puede prorrogarlo hasta 2029.
El establecimiento opera en el Hotel Aristol desde marzo de 2022, después de abrir por primera vez sus puertas en la sede la Fundació Pere Tarrés de la calle de Numància, en 2020. ABD ganó un concurso para gestionarlo. La iniciativa, que en su día el consistorio calificó de «pionera en el Estado», en palabras de Gemma Tarafa, concejala de Salud en el gobierno del segundo mandato de Ada Colau como alcaldesa, nació en el contexto de la apertura por parte del consistorio de servicios para que las personas sin hogar pudieran confinarse, cuando toda la población estaba obligada a hacerlo por la pandemia del Covid.
En abril de 2020, dependencias de la Pere Tarrés acogieron la primera etapa del albergue, que atiende a personas con adicciones, con la particularidad de que las atiende aunque las sigan tomando. El albergue estuvo en Numància hasta marzo de 2022, cuando el Hotel Aristol ya estaba preparado para que el albergue se trasladara al Baix Guinardó. El primer contrato entre el consistorio y ABD se cerró para un periodo de dos años, es decir, concluye el próximo mes. Ahora, el antiguo Hotel Aristol seguirá siendo la sede del equipamiento hasta 2027, y si se ejecuta la prórroga prevista, dos años más.
En realidad, lo que marcará la fecha del adiós es la disponibilidad de la sede definitiva prevista para el albergue, en el complejo sanitario que se construirá en la Magòria, en el barrio de la Bordeta (SantsMontjuïc). Y es un proyecto que va para largo.
Maribel Pasarín, directora de Proyectos y Programas Estratégicos de la Agència de Salut Pública de Barcelona, explica que el Centro residencial integral Balena no fundamente su atención en el hecho que de los usuarios tengan adicciones a las drogas: «Es un problema integral, no son solo las drogas. Es no tener hogar, haber perdido los vínculos. Se trata de trabajar para mejorar la autonomía». Pasarín destaca que el equipamiento se ha integrado en el barrio sin problema alguno pese a que inicialmente generó protestas: «Cualquier recurso que se dedique a las drogodependencias genera alarma, miedo. El miedo irracional debe ser gestionado».
Rondas comunitarias
Por eso, durante el primer año se trabajó «mucho», cuenta, para que el entorno comunitario «se sintiera seguro»: «Es la única manera de que un recurso así se instale». En ese entorno se ha mantenido un cuidado escrupuloso. A la que ha habido alguna suciedad, se ha actuado enseguida. Los técnicos no solo se ocupan del interior del equipamiento, también hacen rondas comunitarias.
En el antiguo hotel hay 45 plazas,
El equipamiento se ha integrado en el barrio pese a que inicialmente generó protestas
de las que tres son para mujeres víctimas de violencia machista. Del total, la norma de funcionamiento del equipamiento indica que la mitad de las plazas tienen que ser ocupadas por mujeres, lo que se explica porque el riesgo que viven las mujeres con adicciones en la calle es especialmente elevado. En el último y reciente recuento en el centro había 24 mujeres, 20 hombres y una persona no binaria.
También cuenta Pasarín que se han mantenido encuentros con la escuela Mas Casanovas dos veces al año, a principio y final de curso, y que no hay ningún problema en la relación con el colegio: «Somos vecinos». Y agrega que la asociación de vecinos del barrio los recibió muy bien desde el primer momento. ■