La UE sella la reforma que dará más flexibilidad fiscal a los gobiernos
▶ Los negociadores cierran el acuerdo provisional, que implicará unos presupuestos más ajustados, así como la reducción del déficit y la deuda
Tras semanas de negociaciones, seis trílogos (grupos informales) y un último maratón de 16 horas los representantes del Parlamento Europeo y del Consejo lograron cerrar un acuerdo político provisional sobre otro de los expedientes claves de la legislatura: la nueva arquitectura de las reglas fiscales de la UE que empezarán a aplicarse en 2025. Será una nueva etapa de más flexibilidad para los gobiernos, pero también de presupuestos más ajustados y estrictos requisitos de reducción del déficit y la deuda, como exigía Alemania.
La reforma, que ahora tendrá que ser aprobada en las próximas semanas por el Consejo y el Parlamento Europeo, mantiene intactos los dos pilares del Pacto de Estabilidad y Crecimiento: los techos máximos del 3% para el déficit público respecto al PIB y del 60% para la deuda. El nuevo sistema, según los gobiernos, permitirá reducir los ratios de forma «gradual, realista, sostenida y favorable» al tiempo que «protege las reformas e inversiones en áreas estratégicas como la digital, la verde, la social y la defensa».
Tal y como acordaron en diciembre los Veintisiete, cada país diseñará y pactará con Bruselas planes nacionales de ajuste plurianual. Se basarán en una trayectoria técnica que la Comisión Europea propondrá a los Estados miembros con déficits y deudas superiores al umbral. Esta trayectoria indicará cómo garantizar que al final del período de ajuste de cuatro años la deuda pública esté en una trayectoria descendente plausible o en niveles prudentes. Los países que se comprometen a hacer reformas e inversiones en las áreas prioritarias para mejorar el potencial de crecimiento podrán ver ampliados a siete años el periodo de ajuste.
«Las nuevas normas mejorarán significativamente el marco existente y garantizarán normas efectivas y aplicables para todos los países de la UE. Salvaguardarán unas finanzas públicas equilibradas y sostenibles, reforzarán la atención prestada a las reformas estructurales y fomentarán las inversiones, el crecimiento y la creación de empleo en toda la UE», valoró el ministro belga de Finanzas y presidente de turno del Ecofin, Vincent Van Peteghem.
Inversión
«Proporcionarán más espacio para la inversión, flexibilidad para que los Estados miembros suavicen sus ajustes y fortalecerán la dimensión social. Con un enfoque caso por caso y a medio plazo, junto con una mayor implicación, los miembros estarán mejor equipados para prevenir políticas de austeridad», destacó la eurodiputada socialista Margarida Marques.
Fuentes diplomáticas destacaron que las negociaciones, pese al escaso margen de los eurodiputados para retocar el texto y evitar problemas en una tramitación final dominada por la urgencia que imponen las elecciones europeas de junio, se han desarrollado bajo un espíritu «constructivo».
El Consejo llegó a la recta final de la negociación con el Parlamento Europeo con escaso «margen de maniobra» tras un tira y afloja muy duro con los representantes de Alemania.
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