Ayudas para las científicas madres
Un tercio de investigadoras abandonan su carrera a tiempo completo tras tener su primer hijo. Catalunya impulsará un plan para frenar esta pérdida de talento y garantizar la igualdad en los laboratorios.
Un tercio de las mujeres científicas abandona su carrera a tiempo completo tras tener su primer hijo. Y casi la mitad afirma que recibe menos ofertas laborales, así como menos oportunidades para progresar en sus ámbitos, que antes de la maternidad. Hace tiempo que las profesionales de la ciencia denuncian la gran cantidad de trabas sociales y laborales que sufren a raíz de la maternidad y cómo esto, finalmente, las acaba expulsando de la ciencia. Para intentar frenar esta pérdida de talento y garantizar la igualdad en los laboratorios, según ha podido saber EL PERIÓDICO, Catalunya creará ayudas para impulsar la carrera de jóvenes madres científicas.
Este plan nace en el marco de la estrategia de género de la Llei de la Ciència de Catalunya. Esta normativa, aprobada en enero de 2023, prevé desplegar una serie de acciones específicas para «promover la paridad entre mujeres y hombres» en el ámbito científico así como para «incorporar la perspectiva de género en la producción de conocimiento académico».
Hace meses que los técnicos de diferentes departamentos implicados trabajan para diseñar medidas que recojan las reivindicaciones y demandas que las mujeres científicas llevan años poniendo sobre la mesa. Fuentes cercanas a estas mesas de trabajo explican que, por el momento, ya se han pactado una decena de acciones concretas para impulsar la carrera de las mujeres científicas que trabajen en el ámbito catalán.
Estrategia de género
Según ha podido saber este diario, los detalles de esta estrategia de género, así como la asignación presupuestaria propuesta para la aplicación de cada medida, se anunciarán en los próximos meses. Para entonces también se detallará el calendario de despliegue definitivo de los diferentes puntos del plan y, entre otros, cómo y cuándo se publicará esta nueva línea de ayudas para dar estabilidad a la carrera de jóvenes madres científicas que trabajen en los centros de investigación catalanes.
En esta misma línea, también se revisarán los criterios de evaluación de las convocatorias de becas para «tener en cuenta los parones profesionales derivados de la maternidad y de los cuidados de las personas dependientes».
La lucha de las madres científicas para lograr medidas que favorezcan la conciliación y, sobre todo, para reivindicar su espacio en el sistema académico lleva años protagonizando las reivindicaciones del colectivo en fechas como el Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia que se celebra cada año el día 11 de febrero.
Esta reivindicación empezó a cobrar especial importancia sobre todo a raíz de la pandemia de covid-19, cuando se observó cómo las mujeres científicas tenían que lidiar con la doble carga de la exigencia profesional y las labores de cuidado de los hijos y del hogar. Tal y como explican muchas investigadoras, este fenómeno acabó lastrando la carrera de muchas y, en algunos casos, incluso hubo científicas que se vieron obligadas a abandonar su trabajo por la imposibilidad de llegar a todo.
Un estudio elaborado por la plataforma internacional
Mothers in Science, en la que se recogen opiniones de casi 10.000 profesionales de 128 países, muestra hasta qué punto la maternidad supone una brecha para las científicas. Los registros apuntan a que las investigadoras tienen menos hijos que las profesionales de otros sectores. Gran parte de las científicas reconocen que están
«retrasando o frenando» la posibilidad de tener hijos para poder seguir con sus carreras. Y casi dos tercios de las profesionales que son madres afirman que tener un hijo había afectado negativamente a su carrera. En la inmensa mayoría de casos, las afectadas afirman que se debe a la falta de medidas de conciliación efectivas que permitieran compaginar trabajo y maternidad. O, en su defecto, por la ausencia de ayudas para dar estabilidad a las carreras de las madres científicas.
La expulsión de las madres científicas del sistema no solo supone un
problema para las mujeres sino que, tal como argumentan muchas profesionales, también supone una gran pérdida de talento para la ciencia.
Punto de inflexión
Así lo explicaron cinco científicas catalanas de primer nivel en una entrevista con EL PERIÓDICO: Marta Mas, Teresa Puig, Neus Sabaté, Carme Torras y Silvia Valenzuela. Todas estas investigadoras, que destacan entre las más reconocidas de sus respectivos ámbitos, argumentan que la maternidad sigue siendo un gran punto de inflexión para la carrera de las mujeres científicas. Sobre todo porque, en muchos casos, las investigadoras no se sienten capaces de lidiar con la exigencia de una carrera científica a la par que quedan expuestas a la presión social que conlleva ser madre. Y muchas acaban abandonando los laboratorios ante esta disyuntiva.
«Los primeros pasos en el mundo de la investigación coinciden en muchos casos con el despertar del reloj biológico. Y es ahí cuando por primera vez empiezas a plantearte si vas a poder seguir estando a la altura de todo», explica Neus Sabaté, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM, CSIC).
«El problema es que actualmente hay tanta competitividad en el mundo de la investigación que como mujer te da miedo parar por si luego no puedes recuperar el ritmo», señala, en esta misma línea, Carme Torras, del Instituto de Robótica e Informática Industrial de Barcelona (CSIC-UPC). «Aún hay gente que cree que la realización de las mujeres tan solo pasa por ser madres y que el aspecto profesional debe ser algo secundario al cuidado de los hijos. Y esto no es así. Debemos poder ser científicas y madres», sostiene Marta Mas, del Instituto de Ciencias de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC).
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