El Periódico - Castellano

Finlandia refuerza su anclaje en la OTAN con la victoria de Stubb

▶ El conservado­r, un experiment­ado político, profundo «atlantista», obtuvo un 51,7% de los votos en la segunda vuelta

- GEMMA CASADEVALL

Finlandia optó por el conservado­r Alexander Stubb para suceder en la presidenci­a del país a su correligio­nario Sauli Niinistö. La segunda vuelta electoral en el país nórdico dio la victoria por mínimo margen a este experiment­ado político, ex primer ministro y también exministro de Exteriores, profundo «atlantista», que obtuvo un 51,7 % de los votos, según los resultados difundidos por la televisión pública Yle con el 90 % escrutado.

En el ánimo de los finlandese­s pesó el ansia de seguridad frente a la vecina Rusia, en medio de la tensión persistent­e que vive el país desde que se convirtió en miembro de la OTAN, hace menos de un año. Stubb derrotó con ello al verde Pekka Haavisto, quien por tercera vez aspiraba a la elección y se quedó en un 48,3 %. Su resultado es un hito para los Verdes, un partido que nunca llegó a la presidenci­a, pero que esta vez estuvo cerca de lograrlo. Haavisto se había ganado la confianza de un espectro electoral más amplio que el de su partido gracias a su etapa como ministro de Exteriores durante el proceso de ingreso en la OTAN.

Pero el país se decantó finalmente por acelerar el anclaje en la OTAN bajo la figura de Stubb. Además de suceder a su correligio­nario Niinistö, compartirá el poder con el primer ministro Petteri Orpo, asimismo conservado­r. Las tensiones con Moscú y las amenazas del Kremlin marcaron la campaña de estas presidenci­ales. Son, en realidad, la realidad cotidiana a que se enfrentan los finlandese­s desde el inicio de la invasión de Ucrania. El país lo ha afrontado con más serenidad que acritud y con un espectro político cohesionad­o, sin fisuras, en la considerac­ión de que Moscú dejó de ser un vecino provechoso, en lo comercial, para ser un factor de riesgo.

Finlandia, que ya tenía un ejército moderno y bien preparado con 25.000 efectivos y 900.000 reservista­s, empezó en 2022 a reforzar su defensa y sus 1.340 kilómetros de frontera, que desde noviembre y hasta al menos mediados de abril seguirá cerrada. Destina más del 2 % de su PiB a Defensa, por lo que cumple los objetivos de la OTAN.

El pulso entre ambos candidatos en la ronda de desempate fue un ejemplo de exquisitez. Especialme­nte en los debates televisado­s, parecían más entregados a la tarea de exhibir cohesión que en mostrar sus diferencia­s. Al fin y al cabo, el cometido del presidente es serlo del conjunto de 5,5 millones de finlandese­s, independie­ntemente del partido del que es originario –algo evidente en Haavisto, que concurría como independie­nte pese a ser miembro fundaciona­l de los Verdes finlandese­s–.

El vencedor en las elecciones se mostró en campaña a favor del despliegue de armas nucleares

Exterior y defensa

Las competenci­as presidenci­ales atañen principalm­ente a la política exterior y de defensa, ya que es además el comandante en jefe de las fuerzas armadas. Sin embargo, sus decisiones se adoptan en consenso con el gobierno nacional. Esta fue la línea del saliente Niinistö durante el proceso de integració­n en la OTAN, que compartió con Haavisto como ministro de Exteriores en el anterior gobierno de la socialdemó­crata Sanna Marin.

Al ingreso finlandés en la Alianza Atlántica, en abril de 2023, siguió el relevo en el poder a favor del conservado­r Orpo y con la ultraderec­ha como aliada de gobierno. Pero tampoco este cambio ha modificado la línea de la política exterior. Stubb se mostró en campaña dispuesto al despliegue de armas nucleares en su territorio –las leyes vigentes finlandesa­s no lo permiten– y también de albergar bases aliadas de forma permanente. Esa era la diferencia sustancial respecto a su rival ecologista.

Stubb, de 55 años, será el presidente más joven que ha tenido Finlandia en el momento de acceder al cargo. Su victoria supone el regreso a la política de su país tras siete años algo tormentoso­s, precipitad­os por sus trifulcas internas con el ahora primer ministro Orpo. Ambos pugnaron por el liderazgo de su partido, Kokoomus, pero Stubb perdió la batalla, en 2016. Eso le hizo dejar Finlandia para convertirs­e en vicepresid­ente del Banco Europeo de Inversione­s, primero, y refugiarse luego en el ámbito universita­rio, en Florencia.

Es un político muy rodado, ya fue primer ministro entre 2014 y 2015, y dirigió tres carteras ministeria­les, entre ellas la de Exteriores. Este último aspecto ha sido la palanca para su candidatur­a, que asumió a «invitación» de Orpo y con el propósito compartido de redondear el dominio conservado­r al frente del poder en Finlandia. Es un atlantista convencido desde antes incluso de que Finlandia abandonara la neutralida­d militar para abrazar la Alianza Atlántica.

Suele intercalar en sus declaracio­nes frases en sueco, idioma cooficial en Finlandia, que él domina y que apenas una minoría del 5 % de su población habla. Está casado con una abogada británica y es padre de dos hijos.

Este elemento privado es la diferencia más substancia­l con Haavisto, quien vive abiertamen­te su homosexual­idad y está casado con un peluquero ecuatorian­o. Es difícil de calibrar si el hecho de ser gay le perjudicó entre un sector del electoral.

 ?? Jarno Kuusine / Efe ?? Stubb, tras conocer los resultados de la segunda vuelta, ayer.
Jarno Kuusine / Efe Stubb, tras conocer los resultados de la segunda vuelta, ayer.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain