Kiko el Cabra y la «venganza» por «su socio muerto»
Javier M. P. El hombre que mató a dos guardia civiles con una narcolancha es un experimentado piloto que empezó en el negocio desde abajo, descargando a mano fardos de hachís.
Se llamaba Marcos y tenía 46 años. Era el socio inseparable de Francisco Javier M. P., alias Kiko el Cabra, que es el piloto que mató a dos guardias civiles tras arrollarlos con una narcolancha el viernes en Barbate (Cádiz). Los dos se dedicaban a las gomas, que es como se conoce coloquialmente al pilotaje de las planeadoras que transportan la droga por el Estrecho. Pero Marcos falleció a finales de enero y Kiko el Cabra prometió venganza.
Lo cuentan fuentes de la Guardia Civil conocedoras del caso: «No hace ni dos semanas que se mató su socio en Sanlúcar de Barrameda». Marcos, un veterano del pilotaje de las lanchas rápidas, murió en un accidente de lancha en la desembocadura del río Guadalquivir, al chocar contra una patrullera de la Guardia Civil. Los agentes de la patrullera se habrían acercado a la narcolancha donde se encontraba Marcos. La vieron detenida y sin nadie a bordo. En realidad, sus ocupantes, que transportaban gasolina, se encontraban acostados en la lancha. «O estaban descansando, o se estaban escondiendo al ver a los agentes», cuentan. Cuando los agentes estaban cerca, los traficantes arrancaron para intentar huir, con la mala fortuna de que impactaron contra la patrullera y Marcos murió tras el impacto.
El fallecimiento de su amigo no fue razón suficiente para que Kiko el Cabra dejase las planeadoras tras más de 15 años de actividad. Un tipo que empezó en el negocio del narcotráfico desde abajo, descargando a mano los fardos de hachís que llegaban desde Marruecos a las playas gaditanas. De ahí pasó a las gomas. Primero como copiloto y después como conductor, siendo actualmente uno de los pilotos más experimentados. Característica que le da un alto tren de vida gracias a los 15.000 euros por viaje que puede llegar a cobrar. El Cabra tiene una casa en La Línea de la Concepción y otra en El Zabal, un área conocida como Villa Narco, por la cantidad de traficantes que han fijado su residencia. También cuenta con un coche todoterreno.
Prisión sin fianza
En la planeadora viajaban seis personas, que fueron detenidas junto con otras dos. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate ordenó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de seis de los ocho arrestados. Cada uno de ellos está siendo investigado por dos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado agravado, un delito de contrabando y un delito de resistencia grave a agente de la autoridad. Asimismo, se dejó en libertad provisional a los otros dos con la obligación de comparecer en sede judicial cada mes. ■