Los trabajadores de Danone estallan contra el cierre de Parets
▶ La plantilla se manifiesta contra los planes anunciados por la compañía hace un mes que dejan en la calle a 157 empleados
La dirección de Danone citó el 12 de enero a sus 157 trabajadores de la planta de Parets del Vallès para comunicarles su intención de cerrar la factoría. Los pegotes de pintura blanca que decoran la fachada de la sede, situada en la calle Buenos Aires de Barcelona, dan cuenta de la rabia que guarda la plantilla tras el anuncio. «No nos dejaron ni hacer preguntas», recuerda Javi, uno de los empleados de Parets.
El estupor entre los trabajadores fue total, dado que hasta ese momento los comentarios de la dirección habían sido de orgullo por el trabajo hecho y los resultados obtenidos. «Pensábamos que la reunión era para anunciarnos planes de inversión», recuerda Verónica, que lleva 17 años entre las líneas de producción de Parets.
«Racionalización industrial», fue el calificativo que utilizó la dirección para comunicar el cierre. Los productos de Oikos, Alpro y Vitalínea, que hasta ahora se fabricaban en Parets, los quieren derivar a la planta de Aldaia (Valencia).
El anuncio pilló a contrapié a más de uno porque Danone culminó el año pasado una inversión de 22,7 millones de euros para convertir su fábrica catalana en la única híbrida del grupo. Dos años atrás, había invertido 6,7 millones de euros para digitalizar los sistemas operativos de la planta.
La empresa ha ofrecido a los trabajadores indemnizaciones de 30 días por año trabajado, con tope de 18 mensualidades, y prejubilaciones a partir de los 58 años, cuantías que la plantilla califica de indignantes. La empresa prevé cerrar la operación antes de 2025.