La UNRWA advierte de que dejar de financiar a Gaza sería un «error»
▶ Borrell señala que el fin de la ayuda llevaría a una catástrofe humanitaria mayor
Dejar de financiar a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), de la que dependen más de dos millones de personas solo en Gaza, sería un «error» en términos de «esfuerzo colectivo para la paz y seguridad» en Oriente Próximo, no solo por la ayuda a corto plazo que ofrece a la población sino porque es la única voz que promueve los derechos humanos, la igualdad de género y un pensamiento crítico en una zona gobernada por Hamás. La advertencia la lanzó ayer el comisionado general de la UNRWA, Philippe
Lazzarini, tras reunirse en Bruselas con los ministros de cooperación europeos a invitación del jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
La UNRWA, sostiene Lazzarini, va mucho más allá de satisfacer las necesidades más básicas en materia de alimentación y sanidad. También garantiza educación a miles de niños y niñas «profundamente traumatizados», que necesitarán regresar a un entorno educativo en cuanto termine la guerra, por lo que cortar esta vía sería algo
así como dispararse a uno mismo en un pie. «Cuanto más esperemos, más sembraremos las semillas del odio y el resentimiento en el futuro. Y esta no es, desde luego, una receta para promover una paz y una estabilidad duraderas en la región». Un diagnóstico con el que coincide el jefe de la diplomacia europea.
«Interrumpir el apoyo a la UNRWA significaría la interrupción de servicios vitales para millones de personas en necesidad y una catástrofe humanitaria mayor para Gaza que hay que evitar. No solo porque sea un imperativo humanitario sino porque podría tener repercusiones para la estabilidad de la región y afectaría también a los europeos», dijo Borrell, recordando que la UNRWA no solo ayuda en Gaza sino también en Jordania, Líbano, Siria y Cisjordania.
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