Los Mossos no ven negligencia en el accidente de PortAventura
El cuerpo policial investiga el siniestro del pasado fin de semana como un accidente ocasionado por el viento. La intensidad solo obligó a cerrar las atracciones de más altura.
Los Mossos d’Esquadra investigan como accidente la caída de un árbol sobre la atracción Tomahawk, una pequeña montaña rusa dedicada a los niños, ocurrida el domingo en PortAventura (entre los Vila-seca y Salou). Una vagoneta con varios usuarios chocó contra el árbol que estaba sobre las vías y el impacto lesionó a 14 personas, dos de ellas de gravedad. Por el momento, la policía descarta una posible negligencia.
Los agentes deben entregar aún su atestado al juzgado de guardia de Tarragona, que ya tiene sobre la mesa un primer informe médico sobre las consecuencias del siniestro. Junto a toda la documentación, el juzgado iniciará una investigación que incluirá las causas de la caída del árbol. Antes del siniestro, la atracción había pasado la inspección interna de seguridad hecha por el propio parque.
El Servei Meteorològic de Catalunya (SMC-Meteocat) pronosticó para el domingo rachas de viento de casi 100 kilómetros por hora en la zona, aunque la atracción Tomahawk estaba abierta al público ya que, al ser infantil y tener una altura menor, no existía riesgo para los usuarios. El árbol cayó sobre las 11.25 horas y, tras el impacto, quedaron heridas 14 personas, entre ellas varios menores. Una docena de afectados, con heridas más leves, ya han sido dados de alta. Sin embargo, hay dos adultos que estan ingresados en estado crítico, uno en el hospital de Bellvitge de Barelona y el otro en el Joan XXIII de Tarragona, aunque no se teme por sus vidas.
Tras el siniestro se activaron los equipos de emergencia para atender a los heridos mientras que los Mossos realizaron una inspección de la atracción para determinar que todo estaba correcto y que la caída del árbol podía estar relacionada con el fuerte viento en la zona. PortAventura se puso a disposición de los usuarios afectados «para ofrecer la asistencia necesaria en este momento y total apoyo a las familias» y ofreció la «máxima colaboración» a las autoridades para esclarecer lo ocurrido. El parque defiende que todas las atracciones «cumplen con los más altos estándares de seguridad y son sometidas a rigurosas revisiones diariamente».
En diciembre, PortAventura presentó la renovación de su plan de autoprotección (Pau), que estaba homologado desde 2019 pero caducado desde septiembre, según revelaron fuentes de Protección Civil a la agencia ACN. Ahora Protección Civil debe analizar esta actualización, que se encuentra en fase de «revisión», un proceso que se alarga un máximo de seis meses. Desde el Departament d’Interior apuntaron que el Pau de 2019 es el que rige y el que hay que aplicar hasta que entre en vigor el
El plan de autoprotección de 2019 a 2023 está vigente mientras se revisa el nuevo
nuevo, un extremo que desde el parque temático confirmaron.
El PAU recoge las medidas implementadas en un ámbito expuesto a situaciones de riesgo con el objetivo de controlarlas y responder a posibles emergencias. Cada homologación tiene una vigencia de cuatro años. En abril de 2023, PortAventura hizo llegar su plan actualizado pero lo retiró poco después. No fue hasta diciembre cuando presentó su nuevo plan, que está en tramitación ya que Protección Civil y los ayuntamientos de Vila-seca y Salou pueden presentar alegaciones. Según avanzaron las mismas fuentes de Protección Civil, el nuevo documento que se está analizando «no ha variado mucho» respecto a lo que ha estado vigente desde 2019.
Inicio de temporada
Pese a que PortAventura arrancó su temporada 2024 el viernes, el domingo algunas atracciones seguían cerradas: unas por estar aún en fase de mantenimiento y otras por el fuerte viento que soplaba en la zona. Tomahawk, una montaña rusa infantil, era una de las abiertas dado que había superado la inspección diaria de los técnicos y no estaba afectada por la alerta meteorológica.
En el momento del siniestro el parque estaba muy concurrido, ya que muchas personas habían aprovechado una promoción de inicio de temporada coincidiendo con el carnaval. Una de las personas que viajaba en la montaña rusa cuando ocurrió el accidente explicó a Catalunya Ràdio que «la atracción arrancó con plena normalidad. Ya llegábamos al final y de lejos vimos un árbol de grandes dimensiones, no era una rama, y todo el mundo empezó a gritar. Nos estampamos contra el tronco y la atracción continuó hasta el final. No hubo ningún sistema que lo parara ni disminuyó el ritmo».
Este testimonio apuntó que «a nivel emocional fue un choque muy bestia» y consideró que la respuesta del parque hacia los afectados «no» estuvo «a la altura», ya que, dijo, no les dieron ninguna explicación. Ayer, el parque ha abierto sus puertas con normalidad, una vez retirado el árbol de la atracción.
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