Barcelona gana 80 terrazas más en la calzada
Con la nueva ordenanza, la oferta de veladores situados en aceras o sobre la vía pública ha llegado este año a las 6.631 licencias, 130 más que el año anterior.
La revolución del mapa de terrazas de bares y restaurantes que legó la pandemia a Barcelona, lejos de finalizar, sigue avanzando en las calzadas. Tras la modificación de la ordenanza que permitió legalizar y consolidar a parte de los veladores nacidos a costa de robar espacio al coche, quedó abierta una nueva vía para que se sumen nuevas mesas y sillas que cumplan con la normativa actualizada. Y 80 ya lo han hecho, engrosando la oferta total de terrazas de la ciudad hasta las 6.631 licencias, a fecha de 1 de enero de 2024, y según datos municipales del portal de transparencia.
Cabe recordar que las terrazas sobre la calzada fue un invento que permitió la supervivencia de muchos negocios cuando el covid no permitía utilizar los espacios interiores (o exigía amplias distancias entre comensales) y se avalaron las terrazas extraordinarias que en los casos donde las aceras no daban de sí pasaron a situarse en la calzada delimitadas por pivotes de hormigón o barreras New Jersey. Lo hicieron a costa de eliminar plazas de aparcamiento o carriles de circulación de vehículos o zonas de carga y descarga.
Tras la crisis sanitaria, el gobierno municipal de Ada Colau decidió dar opción a su consolidación, tras poner al día la ordenanza. Pasaron todos los filtros unas 580 terrazas en calzada, que debieron incorporar plataformas homologadas de diseño para relevar a las estructuras provisionales de hormigón. Sin embargo, desde entonces se han ido implantando otras 80 hasta la fecha, al cumplir los nuevos requisitos municipales. Del total de 660 de esta tipología, 321 son veladores cuyas mesas se ubican en exclusiva en la calzada, mientras que en el resto de casos (339) combinan acomodación en la calzada y en la acera.
Las cifras crecen porque muchos establecimientos las ven esenciales para sus negocios
Reparto territorial
Según datos municipales, de las 80 ganadas en los últimos tiempos, una veintena se ubica en el Eixample, otras tantas en Sant Martí, una quincena están en Les Corts, y el resto se han repartido entre los diferentes distritos. Algunas calles donde ya están funcionando son Casp, Còrsega, Provença, Rosselló, Vallespir, Calàbria, Europa, Amigó, Escorial, Llull, Fluvià, rambla Guipúscoa y rambla Prim, entre otras. Se da la circunstancia de que la mayoría se han instalado junto a otras plataformas ya existentes, dada la buena acogida que han tenido por parte de los clientes y su alta demanda entre los usuarios.
De ese modo, Barcelona alcanzó el pasado enero las 6.631 terrazas, mientras que un año antes tenía 6.501 licencias (una diferencia total de 130). En 2022 eran 5.995; en 2021, 5.720; en 2020 sumaban 5.704, y en 2019, 5.330. En la actualidad suponen 31.417 mesas en total (entre acera y calzada) y 120.438 sillas.
Las cifras han crecido en la medida en que muchos establecimientos han visto que son imprescindibles para la viabilidad de los negocios. En paralelo, algunas zonas, en especial en Ciutat Vella, han sufrido recortes con los que el ayuntamiento pretende evitar la saturación y alcanzar un equilibrio entre las reivindicaciones de la hostelería y la ofensiva de los vecinos representados por la Federació d’Associacions Veïnals de Barcelona (FAVB).
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