Atropellado por un patinete a gran velocidad
El 18 de enero me atropelló un patinete a toda velocidad que se saltó un semáforo en rojo. Detrás iba un compañero, con otro patinete, que también pasó y, si cabe más escandaloso, en rojo. Quedé extendido en el suelo, aturdido, y escuché que el compañero decía: «El semáforo de peatones aún no había cambiado a verde», todas las personas allí concentradas le corrigieron y dijeron, rotundamente, que «estaba en verde». A partir de ahí se disculparon repetidamente. Afortunadamente, un maletín de mano con unas carpetas me salvó del impacto y tuve unas heridas superficiales y dolores leves.
Atónito me he quedado con las declaraciones del intendente de la Guardia Urbana, el señor Oliveras, diciendo que el número de multas había descendido un 15%, atribuyéndolo a un conocimiento de la disciplina viaria, concretamente por saltarse el semáforo. Dato insuficiente que demuestra la poca voluntad de acabar con esta lacra que existe en Barcelona, donde pasarse el semáforo en rojo, tanto patinetes como bicicletas, me atrevo a decir que es del 90 o 95%. Pido, además, que se supriman los semáforos ámbar intermitentes ya que sirven para que la impunidad sea absoluta. ¿No es consciente el señor intendente de la inseguridad que produce que te esquiven a una velocidad que para un peatón es muy alta, a escasa distancia, sin respetar la prioridad? Les invito a situarse en cualquier cruce donde exista un carril bici y compruébenlo ustedes mismos. También fíjense cuántos patinetes o bicicletas son interceptados por la Guardia Urbana.