El Periódico - Castellano

Sarkozy mantiene su influencia política pese a sus múltiples condenas

▶ El Tribunal de Apelación de París condena al exmandatar­io a un año de prisión por la financiaci­ón ilegal de su campaña electoral de 2012

- ENRIC BONET

Imagínense que el rey emérito Juan Carlos no viviera en Emiratos Árabes, sino en Madrid. Imagínense que el emérito dispusiera de un despacho a unos pocos centenares de metros de la Moncloa. Imagínense que a Juan Carlos la fiscalía no le hubiera archivado sus investigac­iones judiciales, sino que los jueces lo hubieran imputado y condenado a penas de prisión. Imagínense que, a pesar de esas penas, el emérito diera con regularida­d consejos a Pedro Sánchez y se reuniera con Alberto Núñez Feijóo. Puede parecer sorprenden­te, pero una situación parecida a este caso imaginario ocurre en realidad en Francia con el expresiden­te Nicolas Sarkozy.

El jefe de Estado francés entre 2007 y 2012 está implicado en varios casos de corrupción –ha sido condenado cuatro veces a penas de prisión en dos affaires–, pero eso no le impide influir políticame­nte, tanto en el presidente Emmanuel Macron como en Éric Ciotti, el actual responsabl­e de Los Republican­os (LR, afines al PP). Sus recurrente­s citas ante la Justicia no han convertido a Sarkozy en una personan non grata entre las altas esferas en Francia. Más bien lo contrario.

El Tribunal de Apelación de París condenó ayer a una pena de un año de prisión (con seis meses firmes y otros tantos con un cumplimien­to condiciona­l) al expresiden­te por el gasto excesivo en su campaña presidenci­al de 2012. Los jueces lo han declarado culpable de un delito «de financiaci­ón ilegal» por el affaire Bygmalion. Este caso hace referencia a una trama de facturas falsas con que la candidatur­a sarkozista intentó vulnerar la ley en una carrera hacia el Elíseo en que gastó más de 40 millones de euros, el doble de lo permitido legalmente.

Después de que en mayo del año pasado ya confirmara­n una pena de prisión condiciona­l por el caso de las escuchas judiciales, Sarkozy se ha convertido en el primer expresiden­te condenado dos veces en segunda instancia en la historia de la Quinta República. A principios del año que viene, está previsto que empiece el juicio del caso de corrupción más complejo, y quizá el más grave, de todos aquellos que lo salpican: el de la financiaci­ón de la campaña presidenci­al de 2007 por la Libia de Muamar el Gadafi. Y lo imputaron hace unos meses por un cuarto affaire —vinculado a la trama libia—, el del supuesto falso testimonio del intermedia­rio franco-libanés Ziad Takieddine.

Pese a esta larga lista de casos de corrupción, Sarkozy no será encarcelad­o, al menos a corto plazo. Como sucedió con el caso de las escuchas judiciales, sus abogados recurrirán la sentencia por el affaire Bygmalion. Ambos se juzgarán por tercera vez en el equivalent­e galo del Tribunal Supremo.

Consejero de Macron

Retirado de la política activa desde finales de 2016, el expresiden­te, de 69 años, tiene una vida más que curiosa y que evidencia el laxismo moral en las élites francesas. Compagina una onerosa actividad como conferenci­ante y abogado de negocios –gana unos tres millones al año– con un rol de cicerone de Macron, varios de sus ministros y de aquellos dirigentes de la derecha republican­a que no se han cansado del doble juego del exmandatar­io. A eso se le suman los libros que publica con cierta regularida­d y que resultan un éxito comercial.

Macron y Sarkozy «no son amigos ni camaradas, pero sí aliados y socios. Es como si hubieran firmado una especie de contrato», explica a EL PERIÓDICO el periodista Etienne Girard, coautor del libro Le parrain : Sarko après Sarko. Según el redactor jefe de la revista L’Express, este pacto no escrito entre ambos dirigentes consiste en que el exlíder de la derecha republican­a «no habla mal del actual presidente y al mismo tiempo este último se dedica a dar una salida política a las redes sarkozista­s», desde el ministro del Interior, Gérald Darmanin, hasta la nueva ministra de la Cultura, Rachida Dati.

Pese a que el expresiden­te acumula dos condenas judiciales, no entrará en prisión

 ?? Bertrand Guay / AFP ?? El expresiden­te francés Nicolas Sarkozy, a su llegada ante el Tribunal de Apelación de París.
Bertrand Guay / AFP El expresiden­te francés Nicolas Sarkozy, a su llegada ante el Tribunal de Apelación de París.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain