Fumar influye de forma permanente en el sistema inmunitario
Una investigación señala el tabaco como uno de los factores que más influye en las respuestas inmunitarias humanas, incluso después de abandonar el hábito.
Las personas que fuman tienen una armadura más débil a la hora de hacer frente a enfermedades y patógenos. Un estudio liderado por el Instituto Pasteur y la Universidad de Oxford y publicado ayer en la revista Nature apunta al tabaquismo como uno de los factores que más influye en las respuestas inmunitarias humanas. Según desvela este análisis, fumar provoca algunas alteraciones transitorias del sistema inmune y otras que, por el contrario, pueden permanecer incluso años después de abandonar el hábito. «El tabaco puede tener tanta influencia o más en el sistema inmune que factores como la genética o la edad», apunta el trabajo liderado por Darragh Duffy y Violaine Saint-André.
La investigación se ha basado en el análisis de 1.000 individuos. Según explican sus autores, por un lado, se recogieron muestras de sangre de los voluntarios y, por el otro, se recopiló información sobre variables sociodemográficas y ambientales, como la edad, el género, el peso o hábitos como el tabaquismo. A partir de ahí analizaron las muestras de sangre, simularon en los laboratorios la exposición a diferentes virus y bacterias y analizaron la secreción de citoquinas (unas proteínas liberadas cuando el cuerpo encuentra un patógeno y que juegan un papel clave en la lucha contra infecciones o enfermedades). Con toda esta información, los científicos unieron las piezas del puzzle y determinaron qué factores influyen más en el funcionamiento del sistema inmunitario.
Disruptores
Los análisis apuntan al tabaquismo como uno de los grandes disruptores del sistema inmune. Este fenómeno se experimenta a diferentes niveles. Por un lado, se detectan alteraciones en el funcionamiento de la inmunidad innata, la primera barrera que forja nuestro organismo para hacer frente a amenazas externas. Por otro lado, también se registran fallos en el funcionamiento de la inmunidad adaptativa, que tiene que ver con la memoria de nuestro sistema inmune para recordar infecciones pasadas y crear barreras para esquivar futuros contagios. «En las personas que fuman, los niveles de
El estudio ayuda a saber por qué el tabaco es clave en el desarrollo de tumores
citoquinas liberadas están alterados», comentan los científicos.
Según explican los científicos que han liderado este análisis, algunas alteraciones vuelven a la normalidad tras abandonar el hábito de fumar. Sobre todo, las relacionadas con la inmunidad innata. Las que modulan la respuesta específica ante determinados virus y bacterias siguen actuando de forma alterada incluso «años después de dejar de fumar». En este caso, los expertos afirman que harán falta más estudios para entender si estos daños en el sistema inmune son permanentes o si se acaban normalizando con el tiempo. Por ahora, estos hallazgos permiten entender hasta qué punto este hábito puede debilitar la armadura para hacer frente a enfermedades e infecciones.
Los resultados de este estudio ayudarían a entender, por ejemplo, «por qué el tabaco es un factor de riesgo tan importante en el desarrollo de tumores en órganos distintos al pulmón», tal como comenta Ignacio J. Molina, catedrático de Inmunología en la Universidad de Granada, en declaraciones al portal Science Media Centre España.
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