La muerte de dos pescadores chinos dispara la tensión con Taiwán
▶ La embarcación volcó mientras era perseguida por una patrullera taiwanesa
Dos pescadores chinos fallecieron cuando eran perseguidos por una patrulla taiwanesa en un incidente que podría desembocar en la enésima crisis del estrecho de Formosa. La inmediata reacción de Pekín, atenuada para sus estándares y sin inflamadas amenazas, parece descartar la voluntad de convertir el desgraciado accidente en un casus belli.
Ocurrió el miércoles en las aguas de la isla Kinmen, administrada por Taipéi y separada del continente por apenas tres kilómetros. Una patrullera taiwanesa avistó una lancha motora china en sus cercanías y, tras darle el alto, empezó una persecución a toda velocidad que terminó con el volcado de la segunda. Los cuatro pescadores fueron rescatados de las aguas y conducidos a un hospital, donde dos de ellos fueron declarados muertos. Los otros dos están en condición estable y han sido conducidos hasta Kinmen para responder ante la Fiscalía.
China condenó ayer el «maligno incidente» y pidió explicaciones a Taipéi. «Ha herido los sentimientos de los compatriotas a ambos lados del estrecho», aclaró Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán. También subrayó el diferente trato que se dispensan unos y otros: mientras China socorre a los marineros taiwaneses que necesitan auxilio o suministros, Taipéi recurre a «todo tipo de excusas para inspeccionar a la fuerza los pesqueros chinos y usa métodos violentos y peligrosos».
Taiwán lamentó los fallecimientos y negó una mala gestión de sus guardacostas. La ley les ampara para expulsar, detener y castigar a los que entran en sus aguas. También recordó las tozudas incursiones de barcos chinos para pescar o extraer arena del fondo marino, actividades tan ilegales como perniciosas para el ecosistema. «Muchos barcos chinos han entrado recientemente en nuestras aguas, aprovechando el año nuevo lunar para pescar peces de alto valor», reveló Taipéi. No son raras las acusaciones a los pesqueros chinos de esquilmar las aguas globales ni los roces, sí lo es que provoquen muertes.
Aguas erógenas
En el estrecho de Formosa y el mar del Sur de China, las aguas más erógenas de Asia, a nadie le interesa un conflicto abierto. El riesgo radica en que un accidente como este último deslice las tensiones a un escenario inquietante. La densidad de barcos y aviones de guerra es un elemento perturbador. El miércoles, sin ir más lejos, Taipéi identificó 14 aviones y drones en las inmediaciones de la isla. Estados Unidos y China han coqueteado con las colisiones en los últimos años y, afortunadamente, ambos recuperaron recientemente el diálogo de sus altas esferas militares para mitigar los malentendidos. ■