Más narcolanchas en las aguas de Cádiz
Sin pasar siquiera 48 horas del doble asesinato de dos guardias civiles en Barbate, lanchas rápidas de traficantes de droga eran descubiertas en un caño del Guadalquivir. «No es que volvieran, es que no se habían ido», explica un guardia destinado en la z
A primera hora de la mañana del domingo 11 de febrero, mientras en dos catedrales españolas se hacían preparativos para los sepelios de los agentes David Pérez y Miguel Ángel González, cuatro guardias civiles de la Comandancia de Cádiz tenían que perseguir como podían a una narcolancha en la desembocadura del Guadalquivir. Al mismo tiempo, otros guardias avistaban en Chiclana el paso de tres planeadoras bordeando la playa.
Sin pasar siquiera 48 horas del doble asesinato de Barbate, que ha puesto en un brete la política de Interior contra el narcotráfico, otras dos lanchas rápidas de traficantes eran descubiertas en un caño del Guadalquivir. En esta ocasión, una patrullera de gran tamaño de la Guardia Civil se aproximó y arrió dos zódiacs con sus guardias para abordar a las embarcaciones de los traficantes. La misma orden y la misma dotación de medios que la que se mostró trágicamente insuficiente la noche del 9 de febrero.
Reaparecían los mafiosos con la misma apariencia de impunidad, ajenos a la conmoción que ha causado en todo el país su violencia en Barbate. «En realidad algunos no es que volvieran; es que no se habían ido», explica un guardia destinado no lejos de las playas de Sanlúcar, el término donde, de buena mañana, tras una de las negras embarcaciones venidas del otro lado del Estrecho volaba un helicóptero a pocos metros del agua y en la arena corría ululando un pequeño SUV de la Guardia Civil.
Precedentes
Dice la misma fuente que, hace meses, en un caño de Sancti Petri, un piloto narco lanzó también su barcaza a toda velocidad contra los guardias, pero no hubo daños personales y el hecho pasó sin trascender de los informes de patrulla. Esa escena se estaba volviendo habitual.
Para nadie es nuevo a estas alturas que el Estado y las mafias se disputan el espacio en la provincia de Cádiz. Como tampoco es nuevo para las autoridades que el mal tiempo invernal empuja a los narcos a buscar refugio en territorio español. Ha pasado con la borrasca Karlotta. No aguantan sus lanchas a 12 millas mar adentro con olas de mar gruesa y con el único agarre de un ancla de capa, de esas que las embarcaciones pequeñas echan en zonas donde no pueden alcanzar el lecho marino. «De unos meses a esta parte, siempre que se avisa de temporal aparecen en el Guadalquivir, en Barbate, en los caños de Sancti Petri…», dice el agente.
A mediados de enero, una pareja de guardias civiles había avistado desde el muelle de Barbate seis narcolanchas en refugio. Se abarloaban entre sí de tres en tres, y reposaban tranquilamente sin más vigilancia que la de los puntos, chivatos del narco que otean en el puerto en cuanto aparecen agentes policiales o gente extraña.
Hubo tiempo para haber desplegado al menos una patrullera de la Guardia Civil del Mar por la zona, pero el mando decidió que se continuara con las patrullas ordinarias. Lo contrario de lo que decidió el día 9 de febrero.
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La Generalitat ofrecerá formaciones gratuitas y online para que profesionales del sistema público de salud de Catalunya aprendan catalán y, de esta forma, acabar con el descenso del uso de la lengua en los centros sanitarios. De hecho, según una encuesta recién publicada del Consell de Col·legis de Metges de Catalunya, casi el 70% de los médicos jóvenes (de entre 30 y 44 años) hablan castellano cuando visitan a los pacientes. De media entre todas las franjas de edad, apenas pasan consulta en catalán la mitad de los facultativos.
Para revertir este escenario, los consellers de Empresa i Treball, Roger Torrent, i de Salut, Manel Balcells, presentaron ayer este programa formativo de tres niveles (B1, B2 y B3) que se impartirá entre marzo y noviembre y tendrá 100 horas de duración.
Las clases de catalán, dirigidas a 2.700 sanitarios, también se harán en horario laboral. «Para mejorar la atención sanitaria es necesario hacerlo con la lengua propia de las personas», defendió Balcells. El Consorci per a la Formació Contínua de Catalunya (Conforcat), ente que depende de Empresa i Treball, será el encargado de vehicular estas formaciones para médicos, enfermeras, comadronas, administrati
que relaciona los usos lingüísticos con la revolución demográfica –y sus réplicas en el mercado laboral– que está viviendo Catalunya. En este sentido, el 40% de los médicos colegiados en Catalunya de entre 30 y 44 años han nacido en el extranjero y el 20%, en otras comunidades autónomas del Estado.
«La composición de la pirámide de edad de los colegios de médicos ha cambiado mucho en los últimos años, con la entrada de muchos médicos de origen extranjero que contribuyen a garantizar el relevo generacional de los que se jubilan –afirma el informe–. Una tendencia que plantea también un reto en el ámbito lingüístico».
Interés de extracomunitarios
La radiografía que presenta el estudio, en el que han participado 1.300 profesionales, apunta a que el 87% de los doctores afirman ser competentes a la hora de entender y leer el catalán, aunque el nivel baja cuando se trata de hablarlo (69,1%) y, sobre todo, de escribirlo (61,4%). Sin embargo, hay un fuerte interés en revertir estos datos. Según la misma encuesta, el 80% de los facultativos extracomunitarios están dispuestos a aprender o mejorar el conocimiento de la lengua.
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El mal tiempo invernal empuja a los narcos a buscar refugio en territorio español