Sabadell redobla su apuesta por el agua regenerada
La ciudad prevé incrementarla hasta que suponga el 20% en 2025. También se espera redireccionarla desde su depuradora hasta Sant Cugat y Cerdanyola.
Una de las consecuencias de la crisis hídrica es la dificultad de conseguir un tratamiento eficaz para reutilizar el agua residual. Una de esas ciudades es Sabadell (Vallès Occidental), que se proyecta como pionera en este aprovechamiento a través de su estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Sant Pau de Riu-sec, ubicada en el polígono industrial de la ciudad vallesana y que abastece por ahora a 207.338 ciudadanos. A corto plazo, el ayuntamiento pretende al menos duplicar esta cifra con el suministro de agua a municipios vecinos como Cerdanyola, Sant Cugat o Sant Quirze del Vallès.
Así, a través de la extracción del agua de su depuradora en Riu-sec, Sabadell prevé que en 2025 el agua regenerada o freática represente el 20% del consumo anual de agua en la ciudad, actualmente se halla en torno al 2%, según confirman fuentes municipales. Un hito que tiene como objetivo reducir la dependencia en la compra de agua potable y avanzar en el autoabastecimiento. Se trata de un porcentaje de agua regenerada comparable al de la ciudad de Barcelona o al de la ERA de Vila-seca i Salou de Tarragona, según la Agència Catalana de l’Aigua (ACA).
De esta forma lo anunció ayer la alcaldesa de Sabadell, Marta
Farrés (PSC), junto al presidente de Aigües Sabadell, Enric Blasco, tras la reunión del comité operativo de sequía de la cocapital del Vallès. Farrés dejó claro que se trata de un «proyecto estructural» que va más allá del contexto de sequía actual: «Si mañana se pusiera a llover y todo quedara resuelto, nosotros seguiríamos con el proyecto adelante», manifestó.
Dos millones de euros
Para lograr el objetivo, Farrés aseguró que el consistorio sabadellense invertirá unos dos millones de euros (alrededor del 80% estará suministrado por la ACA) en la nueva red en la que destacarán las industrias como las principales beneficiarias. Así, las fábricas se podrán conectar a través de tuberías a la nueva red y utilizar el agua regenerada para su funcionamiento. «Claros ejemplos de esta necesidad son los lavados de vehículos, los procesos de lavanderías, constructoras... Todo tipo de industria en excepción de las alimenticias que no quedaría cubierta con este tipo de agua», señaló ante los medios de comunicación.
Esta inversión corresponde a la primera fase del proyecto, ya que actualmente el consistorio está elaborando un Plan Director que concretará la futura expansión de la red y que potencialmente comportaría nuevos recursos. La previsión es que la totalidad del proyecto finalice en 2025.
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