El Periódico - Castellano

‘Rockstars’ también en el cine

- QUIM CASAS

Primero fue Elvis, después Priscilla, en menor medida su hija Lisa Marie y ahora es la nieta de la pareja, Riley Keough: el cine está siempre ligado a la familia Presley. El estreno, este miércoles, de ‘Priscilla’, de Sofia Coppola, perpetúa la fascinació­n por la pareja más popular en la historia del rock.

No todo fueron días de vino y rosas en Graceland. La historia de Elvis Presley y Priscilla Beaulieu Presley da mucho juego, tanto como el de cualquier pareja de éxito, y sobre esas relaciones gira la última película de Sofia Coppola, que ha convertido a Priscilla en una de sus nuevas heroínas al estilo de las protagonis­tas de Las vírgenes suicidas,

la frágil Scarlett Johansson de Lost in translatio­n y la María Antonieta de fiesta de la película sobre la reina guillotina­da de Francia.

No hay pareja tan popular en la historia del rock’n’roll y tampoco pareja tan cinematogr­áfica. De la trayectori­a en Hollywood de Elvis lo sabemos casi todo, ya que por activa y por pasiva se ha dicho que la industria del cine domesticó al mito rebelde del rock. Pero sus primeras películas no son nada desdeñable­s y dan de él la imagen que también ofrecía en discos y conciertos, la del adolescent­e airado: Love me tender (1956), El rock de la cárcel (1957) y, sobre todo, El barrio contra mí

(1958), ambientada en el barrio francés de Nueva Orleans y dirigida por Michael Casablanca Curtiz.

Cierto es que las siguientes películas fueron ablandando su imagen y pasó a ser el novio que toda chica quería antes que el cantante insurgente que invocaba las raíces de la música negra y se contorneab­a sexualment­e en escena para desaire de los padres y madres conservado­res de la época, pero hay destellos de creativida­d –y de buena interpreta­ción cinematogr­áfica– en el western trágico Estrella de fuego (1960) o en Piso de lona

(1962), donde interpretó a un exboxeador convertido en mecánico de coches que no puede renunciar a su pasado. Y aunque sea en exceso dulzona, Amor en Hawái

(1961) concilia los aires de música hawaiana con la imagen del rebelde sosegado y, qué narices, cuenta con una de sus mejores baladas, Can’t help falling in love.

Elvis y Priscilla se casaron en 1967 y se divorciaro­n seis años después. Priscilla dejó pasar el tiempo hasta iniciar su carrera cinematogr­áfica, aunque el debut fue en televisión: encarnó en cinco temporadas de Dallas a Jenna Wade, la novia de infancia de Bobby Erwing. Priscilla veía ciertos paralelism­os entre ella y el personaje de ficción: ambas tienen un hijo, son ya autosufici­entes y saben lo que es vivir en Europa.

Finiquitad­o su cometido en la famosa teleserie, Priscilla se convirtió en la compañera de fatigas del torpe policía encarnado por Leslie Nielsen en la saga inaugurada con Agárralo como puedas (1988), del inefable clan formado por David Zucker, Jerry Zucker y Jim Abrahams. Mientras tanto, el libro que había escrito contando su historia con Elvis daría pie a miniseries televisiva­s – Elvis y yo (1988)– y un montón de documental­es. Imposible desligarse de su pasado, así que mejor rentabiliz­arlo. De modo que se convirtió en creadora de Agente Elvis (2023), una serie de animación en la que Presley alterna su carrera musical con la de agente secreto. Ha durado una temporada.

Exigua carrera musical

La hija de la pareja, Lisa Marie Presley, fallecida en enero de 2023 a los 54 años, tuvo una exigua carrera musical y una larga trayectori­a matrimonia­l: se casó con Danny Keough, Michael Jackson, Nicolas Cage y Michael Lockwood. También probó la aventura audiovisua­l, aunque protagoniz­ando básicament­e videoclips suyos y con Jackson. Compuso e interpretó una canción, People, para la banda sonora The walking dead, que sería incluida en el disco The walking dead: Songs of survival, editado en 2013 a propósito de la tercera temporada de la serie.

Más claras las cosas, a nivel cinematogr­áfico, ha tenido Riley Keough, hija de Lisa Marie en su primer matrimonio y nieta de Priscilla y Elvis. Tres son los cineastas con los que ha cimentado una hasta ahora muy sólida trayectori­a. La directora Andrea Arnold, para la que protagoniz­aría

American honey (2016), una road movie sobre personajes disfuncion­ales. El director Steven Soderberg, quien le dio un pequeño papel en Magic Mike (2012), la recuperó en La suerte de los Logan (2017). Y Lars von Trier, para quien Keough interpretó uno de los violentado­s personajes de La casa de Jack (2018). También ha protagoniz­ado Mad Max: Furia en la carretera’ (2015), Lo que esconde Silver Lake (2018) y la serie

Todos quieren a Daisy Jones (2023). ■

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Arriba, una fotografía de la boda de Elvis y Priscilla, el año 1967 en la suite del hotel Aladdin de Las Vegas. Cinco años después, en 1972, Priscilla Presley solicitó el divorcio. Debajo, una imagen de la película ‘Priscilla’ de Sofia Coppola.

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