La Conferencia de Múnich se vuelca en el repudio a Putin
▶ La mujer de Navalni dice que «pagarán por lo que han hecho» y recibe el aplauso de un auditorio de líderes mundiales en pie
La noticia de la muerte del opositor Alexéi Navalni en la cárcel sacudió el arranque de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), donde se precipitaron las denuncias contra la brutalidad del Kremlin, un clamor que rozó el llanto ante la presencia de la esposa del disidente, Julia Navalni. «(Vladímir) Putin debe ser castigado por las atrocidades cometidas contra mi esposo», afirmó Julia Navalni, invitada a subir a la tribuna de oradores de la MSC por el presidente de ese foro, Christoph Heusgen. Fue una intervención breve, fuera de programa e intercalada en la larga lista de oradores, inmediatamente después de la de la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris.
«Son noticias terribles, que recibimos solo a través de medios oficiales. Putin y todo su entorno pagarán por lo que han hecho», afirmó Julia Navalni, luchando con las lágrimas, tras recibir el aplauso del auditorio, puesto en pie, ante una mujer convertida en símbolo del coraje compartido con su marido. Sus palabras eran en una alusión no solo a las circunstancias del fallecimiento, aún por esclarecer, sino al calvario sufrido por su esposo, el más reconocido rival del líder del Kremlin.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, instó a Moscú a «dar explicaciones» sobre lo ocurrido. Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no hay necesidad de buscar más confirmaciones, ya que es «obvia» la culpabilidad de Putin. «Putin siempre mata, no parará de hacerlo. Matará a quien sea, a mi pueblo o a sus opositores, con tal de mantenerse en el poder», afirmó Zelenski, en una comparecencia desde Berlín junto al canciller Olaf Scholz.
Para la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, no había dudas a la hora de señalar al responsable: la muerte de Navalni es «la sombría constatación de lo que son Putin y su régimen», afirmó desde la MSC, el foro muniqués que hasta el domingo reunirá a 180 líderes, ministros y representantes de un centenar de países.
Especialmente significativo fue el pronunciamiento de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, para quien la muerte de Navalni «es otro oscuro recordatorio del régimen contra el que estamos lidiando». Kallas, contra quien Putin ha emitido una orden de busca y captura, está asimismo entre los líderes invitados a intervenir en la MSC.
«Que no haya duda...»
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también culpó al presidente ruso de la muerte de Navalni. «Que no haya duda: Putin es responsable», dijo en una declaración en la Casa Blanca, en la que explicó que aún no se han podido confirmar las circunstancias de la muerte. «Nadie debe ser llamado a engaño, ni en Rusia, ni en EEUU ni en ningún lugar del mundo», añadió el mandatario, que acusó a Putin de cometer «terribles crímenes sobre su propio pueblo» y sobre ciudadanos de otros países.
El presidente estadounidense fue preguntado por unas declaraciones de 2021, cuando tras una reunión con Putin en Ginebra, en la que abordó el caso de Navalni, explicó que había «dejado claro» al presidente ruso que si el disidente moría en prisión Rusia enfrentaría «consecuencias devastadoras”.
«Eso fue hace tres años», explicó ayer Biden. «Desde entonces han enfrentado muchas consecuencias», incluyendo un gran número de sanciones. Y ahora asegura que su Administración está contemplando qué más se puede hacer, estudiando un abanico de opciones».
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Biden asegura que el presidente ruso «es responsable» y que EEUU estudia «un abanico de opciones»