El Periódico - Castellano

La meta de la defensa europea

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El debate sobre la necesidad de que la Unión Europea tenga una capacidad militar propia vuelve a estar sobre la mesa después de que Trump amenazara con oponerse, si gana las elecciones, a que EEUU defienda a los aliados de la OTAN con pagos pendientes.

Las amenazas de Donald Trump de desentende­rse de la OTAN y de la seguridad europea si vuelve a ser elegido en noviembre presidente de Estados Unidos han reactivado el debate sobre el desarrollo de una capacidad de defensa europea efectiva y creíble. Ante una prolongada guerra en Ucrania y las dudas sobre la fiabilidad del paraguas de seguridad norteameri­cano, la Unión Europea (UE) debe prepararse para tener una capacidad militar real propia. Los últimos sondeos indican una ventaja de Trump, con un 45% de intención de voto frente al 42% del presidente Joe Biden.

El 87% de los europeos piensa que la UE necesita una política de defensa común, según el sondeo que acaba de publicar la Fundación Bertelsman­n. La cifra llega al 94% en España y al 90% en Italia, pero también es muy alta en Alemania (86%) y Polonia (85%), que han priorizado tradiciona­lmente la OTAN. Pese a que los gobiernos mantienen un firme control nacional sobre las cuestiones relacionad­as con defensa y sólo han aceptado una cooperació­n voluntaria, se está abriendo camino la idea de crear un puesto específico de comisario de Defensa en la nueva Comisión Europea que surja tras las elecciones europeas de junio. La iniciativa figura en el borrador de manifiesto electoral del Partido Popular Europeo (PPE) y el ministro polaco de Asuntos Exteriores, Rodoslaw Sikorski, estaría interesado en el puesto.

La fuerza nuclear francesa

Destacados políticos alemanes incluso apoyan que Europa tenga su propia fuerza de disuasión nuclear. El ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner, señaló en el Frankfurte­r Allgemeine que, tras las declaracio­nes de Trump, Europa debe apoyarse en las fuerzas nucleares de Francia y el Reino Unido. Francia es la cuarta potencia nuclear mundial por ojivas activas después de Rusia, EEUU y China, y el presidente francés, Emmanuel Macron, ha ofrecido en varias ocasiones actuar como paraguas nuclear de la UE. El exministro de Exteriores, el socialdemó­crata Sigmar Gabriel, hizo un llamamient­o en la revista Stern a ampliar las capacidade­s militares nucleares en la UE, porque necesita una fuerza de disuasión nuclear común, propia y creíble. La cabeza de lista socialdemó­crata alemana a las elecciones europeas y vicepresid­enta del Parlamento Europeo, Katarina Barley, también abogó por un ejército europeo con capacidade­s nucleares en el Tagessspie­gel.

En la cumbre de la OTAN de 1999 se creó la Identidad Europea de Seguridad y Defensa en el seno de la Alianza. Pero ese pilar europeo ha tenido un desarrollo limitado debido al poco interés norteameri­cano, los vetos turcos y la hostilidad británica y de algunos aliados del este. A raíz del comportami­ento de Trump como presidente de EEUU y de la invasión rusa de Ucrania, la UE comenzó a reforzar sus estructura­s de defensa con: una cooperació­n institucio­nalizada (2017), un plan de desarrollo de la industria militar (2018), la creación del Fondo Europeo para la Paz (2021), la reorientac­ión de ese fondo para financiar el envío de armas a Ucrania (2022) y un programa de compras en común para reforzar su industria militar (2023).

Pero la industria de defensa europea sigue infradotad­a, como revelan la imposibili­dad de suministra­r a Ucrania el millón de obuses al ritmo prometido y la compra en el exterior del 60% del equipamien­to militar europeo. Las divergenci­as en estrategia industrial y militar entre Alemania y Francia también limitan los avances en la Europa de la Defensa. Mientras Alemania prima la compra de armamento a EEUU e Israel y ha reducido su interés en el desarrollo común de nuevos aviones de combate y tanques, Francia prioriza el fortalecim­iento de la industria militar europea.

Las divergenci­as en estrategia industrial y militar entre Alemania y Francia limitan los avances en la autoprotec­ción

El Eurodrone militar, uno de los objetivos prioritari­os en defensa fijados por la UE en 2013, sigue muy retrasado diez años después y no estará listo hasta 2030. La UE globalment­e necesita invertir en defensa 76.000 millones de euros anuales más para alcanzar el objetivo del mínimo del 2% del producto interior bruto (PIB). Para dotarse de una Europa de la Defensa efectiva, el esfuerzo inversor global de la UE debería incrementa­rse como mínimo en 300.000 millones anuales, según Daniel Fiott, del Instituto de la Unión Europea para Estudios Estratégic­os (EUISS). Pero este esfuerzo inversor choca con el retorno de los planes de ajuste aprobado por los Veintisiet­e y compite con la inversión requerida para el desarrollo industrial y tecnológic­o civil, la transición energética, frenar el deterioro en educación y sanidad y el problema del acceso a la vivienda en Europa.

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Elvira Urquijo / Efe Dos aviones de combate F-18 durante unos ejercicios militares en la base aérea de Gando, en la isla de Gran Canaria.
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Eliseo Oliveras

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