Xavi: «Puse dinero de mi bolsillo para venir a entrenar aquí»
El Barça inicia hoy días decisivos en Vigo, donde solo ha ganado en una de sus ocho últimas visitas en la Liga, y en Nápoles, necesitado de reivindicarse en Europa.
Está tranquilo. Y liberado. Pero, al mismo tiempo, invadido por «una sensación de gran tristeza», sintiendo que inició la cuenta atrás de su estancia en el banquillo del Barça después de «priorizar» el bien del club por encima del individual. A Xavi, «más motivado que nunca si cabe», se le presentan ahora dos exámenes con aire casi definitivos. No puede volver a fallar en la Liga porque tiene el Madrid a 10 puntos y el Girona, a 5. Tampoco en la Champions donde la cita del miércoles en Nápoles es fundamental para que ese adiós en diferido del técnico -lo anunció en enero y se irá en junio- se pueda ejecutar realmente.
Pero Xavi siente que tiene «la confianza del presidente, de Deco y de los jugadores», convencido de que «puede acabar bien la temporada». La temporada de su inesperado adiós. No hace ni tres años (noviembre 2021) que apareció en el Camp Nou dispuesto a liderar un proyecto por mucho tiempo. Hizo de todo para sentarse en ese banquillo, como recordó ayer. «Siempre he priorizado el club antes que mi persona. Uno de mis últimos gestos fue poner dinero de mi bolsillo para venir a entrenar al club de mi vida», subrayó el técnico.
El salario para su sucesor
No fue el único gesto que recordó el entrenador. «Otro fue cuando tenía 18 años, y siendo jugador, no quise escuchar la oferta del Milan. No es ningún esfuerzo, lo siento así», indicó Xavi, quien rápidamente precisó que «el último gesto ha sido priorizar mi marcha, es lo mejor para el club que me vaya el 30 de junio. Ya le dije al presidente que ese último año era innegociable, que dedique esa parte para el nuevo entrenador que venga. Lo siento así como culé». O sea, el dinero que debía cobrar el técnico acabará en su sucesor, un ruido que se ha destapado en las últimas semanas, con Flick, Tuchel o De Zerbi como grandes candidatos.
«Es normal, eso pasa todos los años», recalcó Xavi, ajeno al ruido que se vive en un club que ha entrado en un período depresivo porque no solo ha perdido dos títulos en 10 días (Supercopa y Copa del Rey) sino también atisba cadavez más lejana la posibilidad de revalidar la Liga y con dificultades de conquistar la Champions, territorio inhóspito desde 2015. Todo sacudido y agravado por el mal juego del equipo. «Hemos sido inconstantes y Frenkie de Jong no es la excepción», dijo el técnico.
Gavi no se toca
Puso Xavi «dinero» para llegar al banquillo y se irá«dejándose la piel» hasta el último día para acabar «de la mejor manera posible», tras definir como «positiva» su etapa como técnico en el Barça. Y si alguien quiere llevarse a Gavi, él no tiene dudas: «Debe quedarse, es culé y tiene que ser uno de los capitanes del equipo. Es el futuro».
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