Orbán zanja el escándalo de pederastia con el cese de dos colaboradoras
El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, señaló ayer que la dimisión de la presidenta del país, Katalin Novák, deja solucionado el escándalo por el indulto a un directivo de un orfanato que había encubierto varios casos de pederastia, y que ha causado también la renuncia de la ex ministra de Justicia y de un obispo. «Las olas de la consternación solo pudieron ser dominadas con la dimisión de la presidenta. Pasó lo que tuvo que pasar», aseguró Orbán, en su discurso sobre el estado de la nación, en su primera referencia pública a un escándalo que ha provocado una gran protesta antigubernamental.
El primer ministro aseguró que el comienzo de 2024 ha sido «una pesadilla», en referencia a la dimisión de la presidenta Novák y al anuncio de Judit Varga, exministra de Justicia que firmó el indulto el año pasado, de retirarse de la política y no ser cabeza de lista para las elecciones europeas de junio.
Encubrimiento
Hace dos semanas la prensa húngara informó de que Novák indultó en abril de 2023 a un miembro de la directiva del orfanato que trató de encubrir, incluso con amenazas a las víctimas, una decena de casos de pederastia cometidos por el director de la institución. Ambas políticas, muy cercanas a Orbán y las dos únicas mujeres con poder político, han dimitido, sin que el primer ministro se haya manifestado sobre el caso.
El escándalo ha minado la credibilidad del Gobierno y del mismo Orbán, que se presenta como defensor de la familia tradicional y que ha llegado a aprobar una ley, calificada de defensa del menor, que vincula la pederastia con la homosexualidad. El viernes por la tarde más de 40.000 personas participaron en una protesta para solicitar más protección a los niños que viven en hogares y que son víctimas de abusos. Orbán ha prometido reforzar la ley de protección infantil.
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