El volcán de La Palma erupciona en la Berlinale con ‘La hojarasca’
El primer largometraje de la grancanaria Macu Machín, La hojarasca, no es exactamente un documental, pero tampoco admite ser definida como una ficción, porque todo lo que en él se cuenta es pura verdad. De hecho sus protagonistas son Carmen Machín, Elsa Machín y Maura Pérez o, dicho de otro modo, la madre y dos de las tías de la directora. «Surgió de mi obsesión por reunirlas a las tres para que abordaran un tema que fue un tabú familiar durante décadas», explica ella acerca de la película, que acaba de ser presentada en la Berlinale. «Pensé que la ficción podría servir como un medio para cierta forma de catarsis».
Su premisa es muy sencilla: Elsa y Maura regresan después de 20 años a la isla de La Palma, donde su hermana Carmen vive sola, para resolver el reparto de la herencia de sus padres. El reencuentro hace que vuelvan a aflorar viejos conflictos, que el avance de la enfermedad degenerativa de Maura no hace sino acenturar. «Para nosotras significaba también hacer terapia», recuerda la directora. «Lo lógico habría sido que acabara en desastre, pero funcionó».
Tragedia y oportunidad
La hojarasca da mucha importancia dramática a los elementos climáticos de las fuerza de la naturaleza, sobre todo al volcán de Cumbre Vieja, cuya erupción en otoño de 2021 coincidió con su rodaje. «Aquello fue una tragedia para mucha gente, pero debo reconocer que a la película le vino muy bien», confiesa Machín. «Quedó convertido en un cuarto personaje, una metáfora de los sentimientos que las protagonistas no son capaces de expresar con palabras».
Y buena parte de ellos tiene que ver con la vida a la que esas mujeres se vieron obligadas, como otras de la isla: «Los hombres se marcharon a América y muchos jamás regresaron. En cierta medida, también es un homenaje a ellas».
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