El Institut de l’Esport, sin marcha
El nuevo edificio de este centro de referencia de FP en deporte debía estar acabado para el inicio de este curso, pero nadie trabaja en ello desde el pasado verano.
El primer anuncio era que el curso 2022-2023, es decir, el pasado, estaría lista la primera fase del nuevo centro de referencia de Formación Profesional en actividades deportivas de Barcelona, y el 20232024, el que empezó en septiembre, el edificio entero. Plazos que fueron mutando hasta llegar a la situación actual, con las obras paradas desde verano, sin un nuevo calendario y con el instituto haciendo clases en nueve espacios distintos repartidos por media ciudad, con lo que eso implica para la cohesión de grupo: hay docentes que no se han cruzado nunca.
Se trata del Institut de l’Esport de Barcelona (IEB), centro inaugurado en septiembre de 2020 en el marco de la estrategia de la nueva FP en Catalunya, que contempla grandes centros integrados y especializados. El Consorcio de Educación de Barcelona unió ahí los ciclos formativos deportivos que hasta entonces se ofrecían en La Mercè y en el Institut del Treball. A los docentes de ambos centros, en los que no había las espectaculares instalaciones previstas en el IEB, pero contaban con las instalaciones necesarias, se les trasladó al nuevo centro con la promesa de que en dos años estaría construido. Han pasado más de tres y las obras están paradas, con lo que el malestar entre el profesorado es grande. La explicación que el consorcio dio a la dirección del centro este otoño fueron los incumplimientos de la empresa que ganó el concurso para ejecutar la obra (que es la misma que estaba construyendo la escuela Auditori, también tarde).
A ojos de Carles López, director del centro, la idea de los centros especializada es buena. «El problema es de planificación», apunta. La lógica dice que el camino sería construir primero los centros y después abrirlos, lo contrario a lo sucedido en esta ocasión y en tantas otras. En el caso del IEB, el hecho de no tener su propio equipamiento les lleva a depender de estar siempre alquilando espacios –desde pistas de fútbol hasta carriles de piscina–, con el desgaste que ello conlleva para profesores y alumnos, que todos los días pierden la hora del patio desplazándose de un equipamiento a otro, algo que se puede sostener un día a la semana, pero no todos los días. «Yo necesito 104 semanales de piscina», ejemplifica López, quien insiste en lo ilusionante del proyecto y en el trabajo hecho por profesorado y alumnado. «Tenemos a chicos de grado medio, de 15 años, organizando actividades deportivas para todo un barrio, proyectos de aprendizaje-servicio con 50 escuelas y convenios de colaboración con la Guttmann y la ONCE», explica con orgullo.
Las alternativas
Fuentes del consorcio confirman que «el incumplimiento de la empresa adjudicataria de las obras, Normetal, tanto en plazos como en condiciones, está haciendo inviable la puesta en funcionamiento del equipamiento en el calendario previsto». «El consorcio está buscando alternativas con el objetivo de mejorar la viabilidad del centro, que en la actualidad, además del uso de instalaciones deportivas especializadas, se ve obligado a utilizar aulario en diferentes equipamientos. Es por ello que está previsto poner a disposición del centro el equipamiento actual de la Escola Francesc Macià, donde habrá unas 25 aulas, un gimnasio, comedor y vestuarios, ya que el próximo curso esta escuela se trasladará a otra sede», prosigue la misma voz.
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