Ford y la FIA presionan a Red Bull para que resuelva el caso Horner
A principios de febrero, tras una filtración del diario neerlandés De Telegraaf, Red Bull se vio obligado a confirmar que estaba llevando a cabo una investigación interna por «comportamiento inapropiado» de su jefe de equipo, Christian Horner, tras la denuncia de una empleada. El equipo no dio más detalles, pero aseguró que la marca «se toma muy en serio estos asuntos». El rotativo, próximo a la familia Verstappen, sugirió que se trataba de un caso de índole sexual y abuso de poder.
El pasado jueves Red Bull presentó su monoplaza y Horner tuvo un notable protagonismo en el acto. Incluso habló de la investigación con los medios presentes y negó todas las acusaciones. «Inevitablemente, ha habido una distracción, pero el equipo está muy unido y centrado en la próxima temporada. En situaciones como estas ves dónde están las fortalezas y el apoyo que he tenido dentro del equipo ha sido abrumador. Tengo una familia, una esposa [la ex Spice Geri Halliwell], que me apoya mucho y mi atención se ha centrado en el trabajo».
Máxima celeridad
El 9 de febrero Horner se enfrentó a un interrogatorio de casi ocho horas por un abogado independiente y desde la compañía de bebidas energéticas sugirieron que la resolución del caso podría dilatarse varias semanas. Ahora, tanto la FIA como Ford, socio motorista de Red Bull a partir de 2026 tomando el relevo de Honda, piden máxima celeridad en las conclusiones, ya que creen que el asunto daña la imagen del deporte y el equipo.
La FIA se pronunció el domingo por primera vez sobre el caso y emitió un breve comunicado: «Hemos tomado nota de que Red Bull ha iniciado una investigación independiente sobre las acusaciones internas en Red Bull Racing. Esperamos que el asunto se aclare lo antes posible, tras un proceso justo y exhaustivo, y no haremos más comentarios en este momento».
■