El PSC y Junts acusan al Govern de inacción para combatir la sequía
▶ Socialistas y posconvergentes critican las multas a municipios que exceden el consumo
En plena emergencia por la sequía, el pleno monográfico del Parlament sirvió más para repartirse culpas sobre la falta de inversiones para hacer frente a la crisis hídrica que para poner sobre la mesa nuevas propuestas. El PSC acusó a los cuatro últimos presidentes –Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès– de haberse centrado en el procés en vez de haber preparado el territorio para una situación como la actual.
ERC –en boca del president– culpó de los problemas actuales a la «falta de inversiones» de los gobiernos de CiU y liderados por posconvergentes, especialmente al de Mas, por su «austeridad malentendida». Y Junts, por su parte, añadió en la ecuación de reproches a los socialistas, recriminándoles que no tengan en cuenta su papel como Gobierno ni la gestión del expresidente José Montilla durante la última sequía.
«Hace 40 meses que no llueve, esto no es culpa del Govern ni de nadie, pero Catalunya no está preparada y esto sí que es culpa del Govern», afeó el líder del PSC, Salvador Illa, durante el pleno, en el que aprovechó también para pedir a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) que «se ponga las pilas de una vez» y al Ejecutivo que «gobierne más que nunca».
«Sequía de inversiones»
También el líder parlamentario de Junts, Albert Batet, recriminó a Aragonès que no haga «propuestas nuevas» para hacer frente a la sequía y le acusó de falta de liderazgo; pero también disparó contra el PSC y cargó contra Montilla por haber dejado la ACA «en la ruina». «Un poco de memoria», pidió Batet a Illa, a quien también exigió que tenga en cuenta que su partido lidera el Gobierno.
En cambio, socialistas y posconvergentes se pusieron de acuerdo en criticar las multas que la ACA ha impuesto a municipios que exceden el consumo de agua máximo permitido. Consideran que se puede sancionar a particulares que gasten exageradamente, pero que se debe trabajar codo con codo con las administraciones locales. Sílvia Paneque, diputada socialista, propuso devolver el dinero de las multas para crear un «fondo de sequía».
El tercero en discordia, ERC, también se sumó al reparto de críticas. Aragonès reivindicó su obra de gobierno, al mismo tiempo que salió al ataque contra sus antecesores. En su intervención inicial, el republicano criticó la «sequía de inversiones» de CiU y, para revertirla, anunció que los presupuestos de la Generalitat dedicarán 1.045 millones a inversiones para paliar la falta de agua. «Si no llueve vendrán meses complejos y momentos complicados», advirtió a los potenciales socios presupuestarios, PSC y Comuns.
El pleno sirvió también para que los grupos impulsores de la sesión monográfica, la CUP y los Comuns, presionaran contra los macroproyectos y para limitar el consumo de agua al sector turístico. Así, la líder de los morados, Jéssica Albiach, acusó al PSC de lucir un pin de la agenda 2030 y, al mismo tiempo, apostar por las grandes infraestructuras, fiando la crisis hídrica a la construcción de desalinizadoras; y también reprochó a ERC no plantarse ante estos planteamientos.
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