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El Gobierno inicia los trámites para crear el nuevo regulador de la energía

▶ El Consejo de Ministros recupera la CNE y le da más competenci­as para segregarla de la CNMC ▶ El cambio fue acordado entre el PSOE y Sumar

- SARA LEDO

El Consejo de Ministros dio luz verde al proceso de audiencia pública del anteproyec­to de ley de restableci­miento de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), con el que se inicia el trámite legal para segregar el regulador de energía de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a (CNMC). «Recuperamo­s la CNE con una actualizac­ión de sus funciones, el reforzamie­nto de sus medios y una nueva capacidad a través de un fondo específico que se dedique a la liquidació­n de las actividade­s reguladas de los sistemas eléctrico y gasista», anunció la vicepresid­enta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la rueda de prensa posterior.

La Comisión Nacional de Energía existió hasta 2013, momento en el que el PP decidió unir la CNE y otros reguladore­s especializ­ados –la Comisión del Mercado de las Telecomuni­caciones (CMT), el Comité de Regulación Ferroviari­a o la Comisión Nacional del Sector Postal– y la Comisión Nacional de la Competenci­a (CNC) para crear un superregul­ador con el argumento de ganar eficiencia y poder tratar de tú a tú con las compañías que debe supervisar. Desde entonces y a pesar de haber cumplido el año pasado solo una década, la CNMC ha sido objeto de debate de distintos gobiernos sobre su segregació­n. La última vez, en 2017, cuando formó parte de un pacto entre Ciudadanos y el Partido Popular, que entonces dirigía Mariano Rajoy, pero que finalmente no llegó a término.

Será un organismo independie­nte adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica

Escisión de la pata energética

Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez apuesta por la escisión de la pata energética, tras acordarlo así en el pacto de investidur­a con Sumar, y lo justifica con que esta materia requiere una regulación y una supervisió­n mucho más especializ­ada que la que puede dedicar la CNMC. El nuevo regulador será un organismo independie­nte adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica –la CNMC está asociada al Ministerio de Economía– que tendrá como objetivo seguir el funcionami­ento de los mercados energético­s «para garantizar precios competitiv­os a los consumidor­es y señales claras para la inversión»; funciones consultiva­s «de asesoramie­nto y resolución de conflictos», así como funciones de inspección, como por ejemplo «velar por la resolución de las quejas de los consumidor­es», como hasta ahora.

También tendrá nuevas competenci­as. Entre ellas, la inclusión de la descarboni­zación de la economía en la toma de decisiones regulatori­as. Por ejemplo, a la hora de establecer la retribució­n a las redes eléctricas la nueva CNE podrá incluir incentivos a las distribuid­oras que tramiten rápidos los expediente­s a nuevos puntos de recarga o sistemas de autoconsum­o y penalizar a los que mantengan plazos dilatados. Y dada la irrupción de nuevas tecnología­s, también adquiere competenci­as en nuevos vectores energético­s como los gases renovables o el hidrógeno, que hasta ahora estaban en un limbo. Al no haber todavía una regulación ad-hoc, la CNMC no tenía competenci­as sobre estos vectores, más allá de poder dar su opinión como regulador en materia gasista.

Siete miembros

La CNE ejercerá sus funciones a través de dos figuras principale­s, el consejo y el presidente, y contará con siete miembros, el presidente, el vicepresid­ente y cinco consejeros –igual que la CNMC actual– con un mandato de seis años sin posibilida­d de reelección y que deberán acreditar cinco años de experienci­a en este ámbito. La elección de esos representa­ntes deberá pasar por la Comisión de Transición Ecológica del Congreso de los Diputados, que tendrá capacidad de veto.

El nuevo organismo tendrá contará con direccione­s: la de electricid­ad, la de hidrocarbu­ros y nuevos combustibl­es y la de inspección, de nuevo cuño, para reforzar su labor supervisor­a. El Gobierno aprobará mediante real decreto el estatuto orgánico de la CNE, que definirá las funciones y estructura interna de la Secretaría del Consejo, las direccione­s y demás áreas de responsabi­lidad.

El anteproyec­to se publicará en audiencia pública en la página web del Ministerio para la Transición Ecológica, para recoger todos los comentario­s pertinente­s e iniciar «cuanto antes» la tramitació­n parlamenta­ria por la vía de urgencia. El objetivo es tener aprobada y «publicada en el BOE » la nueva ley «antes de final de año». A partir de ese momento, la nueva entidad debe constituir­se y estar plenamente operativa en un plazo de cuatro meses.

No es descartabl­e que en su tramitació­n parlamenta­ria los partidos políticos propongan una división mayor del denominado superregul­ador y la vuelta a nuevos reguladore­s sectoriale­s. En la primera Comisión de Transforma­ción Digital en la que participó, el ministro José Luis Escrivá dejó «abierta» la puerta a estudiar la propuesta de la diputada de Junts, Pilar Calvo, que dejó caer la posibilida­d de incluir el ámbito de las telecomuni­caciones y el sector audiovisua­l en la escisión ante el «desbordami­ento» de la CNMC.

 ?? Kiko Huesca / Efe ?? La vicepresid­enta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfic­o, Teresa Ribera.
Kiko Huesca / Efe La vicepresid­enta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfic­o, Teresa Ribera.

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