¿Y si Puigdemont prefiere el indulto de Feijóo?

A medida que pasan los días, parece más que claro que el off the record del entorno de Feijóo sobre los indultos y la amnistía no fue en ningún caso un error. Fue una voladura controlada para que Puigdemont no irrumpiera en la campaña gallega anunciando que el PP tuvo entre sus manos durante 24 horas una propuesta de amnistía. O fue un recado al líder de Junts para explicarle qué podría pasar si deja caer a Pedro Sánchez en las próximas semanas. Feijóo sabía lo que hacía y quizás empieza a entender mejor la personalidad de Puigdemont (especialmente cuando le aconseja Gonzalo Boye) que Sánchez que lo tiene de socio. Junts puede hacer caer al Gobierno en solo dos votaciones: la de la ley de amnistía y la de presupuestos. Sin estas dos cosas y con un varapalo en las europeas de tamaño similar a las gallegas, Sánchez no se come los turrones. Y de paso, podría interceptar la llegada de los socialistas a la Generalitat. Puigdemont podría luego cobrar en diferido a cambio de un indulto, en las condiciones de Feijóo pero sin el hostigamiento de los jueces.

Puede parecer imposible. Pero lo que más agrada a Puigdemont es equiparar al PSOE con el PP, por eso nunca ha comprado el relato de Sánchez sobre los bloques y el freno a la ultraderecha. Puigdemont sostiene en público y en privado que su adversario es el Estado y solo pactará con quien le asegure que lo controla, incluidos los jueces. Y en el mientras tanto intentará demostrar una y otra vez su hipótesis de que ese Estado no cumple los estándares democráticos. Marear al PP y al PSOE en su lucha encarnizada por el poder, evidenciar que los jueces obedecen a los partidos, mantener viva la confrontación. Son los pilares del exhibicionismo narcisista de Puigdemont. Y ahí le puede gustar más un indulto de Feijóo que la amnistía por ley de Sánchez. En quince das se sabrá.

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