Protección de Datos ya investiga a la ‘startup’ de Altman
Una de las cuatro denuncias que estudia el regulador español relacionadas con el tratamiento de datos de Worldcoin procede de Catalunya.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha recibido «cuatro denuncias relacionadas con el tratamiento de datos de Worldcoin», una de ellas procedente de Catalunya. De momento, las reclamaciones se encuentran «en fase de análisis». Así pues, se espera que el regulador decida en las próximas semanas si la investigación sigue adelante para determinar si se están violando las leyes de privacidad. La Autoritat Catalana de Protecció de Dades (APDCAT) explica a este diario que aún no ha recibido ninguna queja formal, aunque alerta del riesgo de permitir esta práctica.
Worldcoin asegura haber escaneado el iris a casi 3,5 millones de personas en todo el mundo. En España, la cifra ronda las 300.000, pero podría crecer. Prueba de ello son las colas de jóvenes –y familias– que han prendido en centros comerciales de todo el país, desde Bilbao a Barcelona. La compañía aseguró haber superado el millón de usuarios diarios el sábado pasado.
Identidad digital
La aparente misión de Worldcoin es crear un sistema que permita identificar a los usuarios en internet de forma anónima y verificada. El proyecto tiene otras dos patas: una criptomoneda propia y una aplicación que funciona como monedero digital para realizar pagos y transferencias con esos activos y otros como Bitcoin o Ethereum.
Como método de identificación, Worldcoin usa una esfera metálica (Orb) para escanear el globo ocular en menos de un minuto. El iris es un dato biométrico que tiene unos patrones únicos en cada persona, lo que lo hacen especialmente fiable para el reconocimiento. Sin embargo, también es un tipo de dato muy sensible que goza de una protección especial por parte de las leyes de privacidad de la UE.
Como ha advertido la APDCAT, su tratamiento «comporta un elevado riesgo para los derechos y libertades de las personas». En este sentido, este organismo recuerda que solo se puede permitir el tratamiento de este tipo de información tan crítica y sensible tras un consentimiento informado que implica saber, por ejemplo, detalles como quién trata los datos y con qué finalidad, el tiempo que los conservará, si los cederá a terceros o si se harán transferencias a fuera de la UE.
Sin embargo, Worldcoin asegura que no almacena esos datos biométricos, sino que los usa para crear un código numérico que funciona como un identificador digital único. Después borra los iris escaneados para evitar que se pueda rastrear a esa persona y para cumplir así con las garantías de seguridad y privacidad.
En la web del proyecto se asegura que ese sistema será «una solución confiable para distinguir a los humanos de la inteligencia ar
Worldcoin asegura haber escaneado el iris a casi 3,5 millones de personas
tificial (IA)». Plataformas como Minecraft, Reddit, Telegram y Shopify ya han cerrado acuerdos con la empresa para integrar su solución. Irónicamente, su impulsor también está detrás de aplicaciones generativas de IA como ChatGPT, DALL-E o Sora que, según han denunciado múltiples expertos, podrían usarse para la suplantación de identidad.
Incentivo económico
Para incentivar la exposición del iris, Worldcoin ofrece 25 unidades de WLD, una criptomoneda desarrollada por la propia empresa. Ese token había mantenido un valor histórico cercano a los dos euros, pero desde el 13 de febrero se ha disparado hasta acercarse a los siete. El lunes alcanzó su máximo, equivalente a unos 7,3 euros. En total, la empresa ha puesto 10.000 millones de activos digitales en circulación.
Ese incentivo económico despierta recelos, pues es lo que lleva a muchos a escanear su iris. Gran parte de quienes ayer hacían cola en el centro comercial La Farga, en L’Hospitalet de Llobregat, eran jóvenes originarios de Latinoamérica. «Todos los sistemas abusivos se prueban y se despliegan» en grupos vulnerables con poca capacidad de reacción, señaló Javier Sánchez Monedero, investigador en el departamento de Ciencias de Computación de la Universidad de Córdoba, en un mensaje en la red social X.
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