La justicia británica pospone su decisión sobre Assange
▶ Los jueces se pronunciarán dentro de unos días sobre la extradición a Estados Unidos
La justicia británica evitó pronunciarse ayer sobre la extradición a Estados Unidos del fundador de Wikileaks, Julian Assange, tras dos días de vista en el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales. Los jueces han decidido finalmente posponer unos días la decisión, después de escuchar los argumentos de la defensa y de la acusación en torno a la presunta vulneración de la libertad de expresión del periodista y de las motivaciones políticas detrás de su extradición. Assange, quien no ha podido asistir a ninguna de las dos sesiones en el tribunal por motivos de salud, se enfrenta a una condena de hasta 175 años de cárcel por la publicación de miles de documentos clasificados del Pentágono, relacionados con las guerras de Irak y de Afganistán.
Los abogados del Gobierno estadounidense trataron de desmontar ayer los argumentos en contra de la extradición, expuestos el día anterior por la defensa. Uno de ellos reside en el derecho a la libertad de expresión, contemplado en el artículo 10 de la Convención Europea de los Derechos Humanos, y que según los abogados del activista debe aplicarse en este caso. La acusación sostiene que Assange presionó a su informante, la entonces soldado del Ejército estadounidense Chelsea Manning, para que obtuviera de forma ilegal documentos comprometedores para EEUU y que este hecho va más allá de la actividad periodística.
Riesgo para los informantes
Los abogados del Gobierno estadounidense han acusado al periodista de obtener los documentos a conciencia y de forma indiscriminada, en muchos casos con información de escaso interés público, y que al hacerlo puso en riesgo la vida de los informantes de ese país en Irak, Siria o Afganistán, quienes en algunos casos desaparecieron o se vieron obligados a huir. Estas acusaciones han sido desmentidas en repetidas ocasiones por los aliados de Assange, que aseguran que no existen pruebas que demuestren el daño ocasionado a los informantes debido a estas revelaciones.
La defensa del activista recordó a los jueces del tribunal que los documentos publicados por Wikileaks entre 2010 y 2011 destaparon crímenes de guerra cometidos durante años por varias administraciones estadounidenses, y que por lo tanto sí eran de interés público. Esto demuestra, en su opinión, que detrás de la petición de extradición existen motivaciones políticas, algo que vulneraría el artículo 4 del tratado de extradición firmado entre el Reino Unido y EEUU.
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