Repsol condiciona 3.000 millones en inversiones al marco fiscal en España
▶ La petrolera anuncia el reparto de 10.000 millones de euros entre los accionistas y planea invertir hasta 19.000 millones
Repsol congeló a final del año pasado 1.500 millones de inversiones renovables anunciadas en Bilbao, Cartagena y Tarragona hasta que el Ejecutivo español fuese más claro sobre su política fiscal, después de que el PSOE y Sumar incluyeran en su pacto programático de Gobierno la consolidación del impuesto a las energéticas. Esa cifra se eleva ahora hasta 3.000 millones de euros hasta 2027, según la actualización de su estrategia para el periodo 20242027. Si bien su consejero delegado, Josu Jon Imaz, ha moderado su discurso respecto a ocasiones anteriores y ahora se muestra «confiado» en que el impacto del gravamen se diluya, después de que el presidente del Gobierno anunciara «incentivos» a las inversiones renovables.
«Las inversiones se pueden hacer o se pueden no hacer. Siempre tenemos un diálogo con el Gobierno. Prefiero no anticipar cosas», avanzó Imaz durante la rueda de prensa para presentar la estrategia. Tanto durante este encuentro con los medios de comunicación como en la conferencia con analistas previa, Imaz no mencionó el impuesto del 1,2% sobre los ingresos de las energéticas hasta que le preguntaron por el elefante en la habitación y cuando lo hizo respondió con evasivas: «No tenemos prisa en la toma de estas decisiones, veremos cuál es la rentabilidad esperada, la estabilidad regulatoria y fiscal y tomaremos la decisión sin ninguna prisa. Veremos si podemos competir en las mismas condiciones que el resto de competidores europeos», respondió. La compañía pagará este año 350 millones de euros por el tributo.
Objetivos mejorados
Después de cumplir con creces la mayoría de objetivos de su hoja de ruta 2021-2025 dos años antes y tras una etapa mala marcada por la pandemia a la que siguió otra extraordinaria en la que la protagonista fue la guerra, Repsol actualiza sus planes de futuro con dos grandes compromisos: repartir hasta 10.000 millones de euros entre sus accionistas e invertir entre 16.000 y 19.000 millones de euros, lo que implicaría cerca de un 20% más al año que lo previsto durante el periodo anterior, cuando la compañía anunció unos 19.500 millones en total. De todas esas inversiones, el 60% se ubica en la península Ibérica, aunque la petrolera no especifica qué cantidad corresponde a España y cuál a Portugal, y el 25% en EEUU.
Que invierta más o menos depende de varios factores. Entre ellos, el escenario macroeconómico, la evolución de las distintas tecnologías, la estabilidad regulatoria, la madurez de los proyectos, el avance en la rotación de activos (en el ámbito renovable, sobre todo, para mejorar la rentabilidad de sus activos manteniendo el 51% de los parques) y las desinversiones (en los países menos eficientes).
Por áreas de negocio, el 15% del dinero (entre 6.000 y 7.000 millones) irá a exploración y producción, mientras que casi un 30% se destinará al ámbito industrial (refinerías y negocio químico), que se encuentra en su mayoría en España. De esa inversión dirigida a su industria (entre 5.500 y 6.800 millones), un poco más de la mitad se destinará a desarrollar productos de bajas emisiones, como los combustibles renovables y el hidrógeno verde, aunque «condicionadas a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España».
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