Catalunya aborda los trastornos alimentarios graves con un proyecto pionero
Las familias de las niñas y adolescentes con algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA) muy grave pueden vivir, durante el ingreso hospitalario de sus hijas, en un apartamento que ofrece el Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat). La finalidad no es solo ofrecer un tratamiento intensivo a la paciente, sino también involucrar al máximo a padres, madres y hermanos en el proceso terapéutico, para que estén formados una vez esta obtenga el alta hospitalaria. La preparación del entorno favorecerá su recuperación.
El gran hospital pediátrico catalán acaba de inaugurar la unidad terapéutica TCA de alta complejidad Minerva, pionera en toda España. «Esta unidad es una de las piezas principales del plan de choque de TCA de la Conselleria de Salut. Este plan cuenta con una inversión total de 8,4 millones de euros y en concreto esta unidad, 1,7 millones», destaco ayer el conseller de Salut, Manel Balcells, quien ha explicado que hay casos de TCA «especialmente graves y complicados que necesitan una atención muy especializada».
Los TCA como anorexias o bulimias se dispararon con el estallido de la pandemia, en 2020, principalmente en niñas, pese a que esta tendencia ha comenzado a disminuir. Aun así, los datos están muy por encima de la prepandemia: en 2022, los centros de salud mental infantojuvenil (CSMIJ) atendieron, con respecto a 2021, un 5% menos de casos relacionados con TCA (un total de 2.249), pero siguen suponiendo hasta un 79% más de los que se atendieron en 2018.
La nueva unidad, con capacidad para 20 personas y que ya está en funcionamiento, busca la completa implicación de las familias en el tratamiento de las pacientes. De ahí la idea de ingresar a toda la familia. Para ello se les facilitará un apartamento donde convivir con la paciente y con los sanitarios durante 15 días. Podrán así tener acceso al «manejo conductual» de este trastorno de salud mental.
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