Vuelve Ricky al baloncesto y España se queda en la orilla
La selección de Scariolo cayó con Letonia (75-79) en Zaragoza la noche en que el base volvió tras estar casi un año sin jugar por un problema de salud mental.
Allí lo dejó, allí volvió. Con España paró. Con España volvió, abandonando ese lugar oscuro al que le llevó su mente. De la NBA a Zaragoza, con más de 10.000 personas llenando el Pabellón Príncipe Felipe asistiendo a un retorno esperado durante seis meses y 17 días. Volvió Ricky Rubio. Y la selección de Scariolo se quedó sin darle el triunfo que tanto le habría gustado en su vuelta porque caía con Letonia en casa (75-79).
No jugaba el base de El Masnou un partido desde el 23 de abril del año pasado con Cleveland Cavaliers en un duelo de play-off contra los Knicks de Nueva York. Luego, Ricky abandonó el baloncesto, el deporte que apasiona y adora. Por eso, cuando pisó el parquet maño, mientras era presentado con luces, sonido y escenografía americana, se emocionó. Miró al cielo, se tocó el corazón y se sintió prisionero de los nervios, tal si fuera un rookie. Y lo era entonces.
En el quinteto titular
Salió Ricky en el quinteto titular de la selección española, que se medía a la moderna y coral Letonia, un equipo atrevido, que juega un baloncesto rápido y dinámico, con un excelente acierto en el lanzamiento exterior: cuatro triples anotados de seis intentos en el primer cuarto, obligando a Scariolo a solicitar el tiempo muerto porque el marcador invitaba a la preocupación (11-21). En esos momentos, Ricky lo miraba desde el banquillo porque Scariolo lo quiso proteger. Apenas cinco minutos y medio de actividad. Tras ese largo viaje («nunca me he sentido solo», confesó el base de El Masnou) peleando contra ese problema de salud mental, apareció en el quinteto inicial y estuvo cinco minutos y
Parciales del partido: 14-23; 23-17; 20-17; 18-22.