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Los novios de internet

Andrew Scott y Paul Mescal son dos actores de moda a los que todo el mundo parece adorar. Desde ayer se puede disfrutar de ambos en las salas de cine como protagonis­tas del sensible drama ‘queer’ ‘Desconocid­os’. El filme valió nominacion­es tanto al BAFTA

- NANDO SALVÀ

«Me alivia haber ido despacio y haber podido ir creciendo como actor», explica Scott «Hay que recordar de dónde venimos los homosexual­es. La lucha no ha terminado»

Tanto Andrew Scott como Paul Mescal llevan meses ostentando el título oficial de Novio de internet y eso, según las reglas del fenómeno viral al que dicha etiqueta da nombre, significa que son actores queridos por la comunidad de internauta­s al completo y que todo el mundo –ellos y ellas– se los llevarían a ambos a casa. «¿Qué puedo decir? Resulta muy halagador», opina Mescal acerca de su presencia en un grupo del que también forman parte compañeros de profesión como Timothée Chalamet y Pedro Pascal. «Supongo que, en última instancia, eso significa que la gente admira mi trabajo y se siente conmovida por él, y provocar ese tipo de reacción es un privilegio extraordin­ario». Tanto él como Scott, eso sí, ya se han visto convertido­s en este tipo de meme anteriorme­nte.

En el caso de Mescal el motivo fue la teleserie Normal People

(2020), que lo convirtió en ídolo en redes sociales además de catapultar­lo rápidament­e al éxito: gracias a ella protagoniz­ó el exquisito drama Aftersun (2022), que le proporcion­ó una nominación al Oscar, y hace unos meses finalizó el rodaje de Gladiator 2 a las órdenes de Ridley Scott.

En cambio, su compatriot­a –ambos actores son irlandeses– pasó décadas construyen­do su carrera sin generar apenas ruido hasta que en 2019 hizo arder Instagram gracias a su personaje en la segunda temporada de Fleabag, conocido universalm­ente como el hot priest, el Cura Sexy. «Me alivia haber ido despacio y haber podido ir creciendo como actor sin estar sometido a un gran escrutinio público», explica Scott, de 47 años. «Creo que el éxito y la celebridad tempranos me habrían traumatiza­do». Mescal, que acaba de cumplir 28, añade al respecto: «Si a causa de la fama tengo que adaptar mi forma de vivir a la necesidad de dar una buena imagen al público y a la prensa, tendré menos margen para cometer errores y crecer como persona, y además la vida será muy aburrida. Así que tengo decidido que iré a mi aire, a ver qué pasa».

El largometra­je que ambos protagoniz­an, Desconocid­os, es también el nuevo trabajo del director británico Andrew Haigh, que ya había demostrado su sensibilid­ad excepciona­l a la hora de explorar sentimient­os complejos en títulos como Weekend (2011) y 45 años (2015). Es el retrato de Adam (Scott), un guionista que vive en absoluta soledad en un bloque de pisos londinense prácticame­nte vacío hasta que conoce a un vecino, Harry (Mescal), y empieza con él una relación amorosa. «Sí, es una película queer, pero eso no significa que su público natural es el homosexual; ni siquiera creo que, al contemplar su romance, el público piense en la orientació­n sexual de los personajes», matiza Scott. «En realidad, si la película conecta con el espectador es por cómo explora asuntos universale­s como el duelo, el amor parental, la soledad y el bullying ».

Historia de fantasmas

Para hablar de esas cosas, Descono

cidos cuenta algo parecido a una historia de fantasmas. Mientras intenta escribir sobre su propia infancia, Adam revisita la casa donde creció y se encuentra con su madre y su padre, que no han envejecido un solo día desde que murieron décadas atrás en un accidente de coche, y esa misteriosa circunstan­cia le da la oportunida­d de decirles a sus progenitor­es cosas que en su día no fueron dichas, y una de ellas es que él es gay.

Igual que Haigh, Scott no solo es también gay sino que tiene más o menos la misma edad que el personaje. «Ser un joven homosexual en los años 80 y 90 inevitable­mente conllevaba sentimient­os de vergüenza», recuerda. «Generábamo­s mucha incomprens­ión, y éramos malinterpr­etados y demonizado­s a diario por parte de los medios». ¿Y cómo responderá­n ante la película los espectador­es queer más jóvenes, criados en un clima de mayor aceptación social y cultural? «Las cosas han cambiado, es importante recordar a las nuevas generacion­es de dónde venimos los homosexual­es, porque el auge de las políticas regresivas que se vive en el mundo demuestra que la lucha no ha terminado».

Internet de ningún modo es el único ámbito en el que Desconoci

dos causa furor. La película tiene a la crítica internacio­nal rendida a sus pies y valió nominacion­es tanto al BAFTA para Mescal como al Globo de Oro para Scott. Finalmente, la película no logró ninguna nominación al Oscar, pero Mescal considera que el mero hecho de formar parte de la conversaci­ón que envuelve a los galardones ya es relevante.

 ?? El Periódico ?? Andrew Scott y Paul Mescal, en la película ‘Desconocid­os’.
El Periódico Andrew Scott y Paul Mescal, en la película ‘Desconocid­os’.

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