«No nos han dejado salir»
Marta y Ramón, el matrimonio fallecido junto a sus dos hijos en el incendio de València, detallaron la evolución del fuego por teléfono con una amiga a la que explicaron que los bomberos les aconsejaron no salir de casa y encerrarse en el baño. Se despidieron de su familia telefónicamente.
«Tú sabes que estamos aquí porque no nos han dejado salir», es la dura despedida, conscientes de su inminente muerte, de Marta y Ramón, atrapados en el baño junto a sus dos hijos de apenas ocho días y dos años, antes de cortar la comunicación con una amiga con la que estuvieron conversando desde que comenzó el fuego. El matrimonio, que se disponía a bajar al portal donde les esperaba esta amiga para poner a salvo a sus hijos, volvieron al interior de su vivienda siguiendo las instrucciones de los propios bomberos. «Les dijeron que estuvieran tranquilos, que permanecieran dentro y pusieran trapos mojados bajo la puerta porque no había peligro y era más seguro quedarse dentro de casa», se lamenta una y otra vez esta amiga del matrimonio fallecido, que insistió por activa y por pasiva a los primeros bomberos que llegaron allí para que subieran a por ellos.
«Haces lo que te mandan»
El juzgado deberá investigar si la decisión de no desalojar inmediatamente ambas torres del edificio le costó la vida a estas cuatro personas. «Si una persona que entiende de incendios te dice que esperes dentro, haces lo que te mandan pensando que eso te va a salvar, pero no fue así», confiesa rota al recordar las últimas palabras que tuvo con sus amigos.
Desde el Ayuntamiento de València se optó por el silencio ante este hecho y no se quiso hacer autocrítica, amparados en el secreto de las actuaciones decretado por el Juzgado de Instrucción número 10 de València.
Otros supervivientes que desobedeciendo las indicaciones de los bomberos salvaron su vida, como una madre y su hijo, o un vecino que estaba hablando por teléfono con su novia cuando bajaba por las escaleras, y a la que también le dijeron que subiera de nuevo por el riesgo de la inhalación de humo. Por suerte, hizo caso omiso y hoy está viva.
Entre los bomberos heridos hay uno que intentó salvar «desespe