Julián, el conserje
▶ Dentro de la tragedia, siempre se erigen héroes que sin quererlo se convierten en protagonistas de la historia. Es el caso de Julián, el conserje de uno de los dos edificios calcinados, que fue clave para salvar la vida de muchos de los vecinos. Diez perecieron en el suceso, pero muchos otros consiguieron salir a tiempo porque Julián se encargó de alertarles del humo y las llamas.
▶ Su gesta le ha valido el reconocimiento de muchos de los vecinos del edificio y, también, de sus familiares. «Muchos me han dado las gracias », contaba, aunque el mayor agradecimiento ha sido por parte de una «señora mayor» a la que ayudó a bajar de su piso y, también, de «un señor con silla de ruedas», con movilidad reducida, al que consiguió sacar del edificio con vida. Fue planta por planta, piso por piso. Explica que «iba tocando a las puertas e íbamos bajando en grupos hasta el patio». Hasta que las llamas lo impidieron. radamente» a la familia de cuatro personas fallecida. En su intentó estuvo a punto de morir y se mantiene ingresado en el hospital.
Esta amiga del matrimonio, que prefiere mantener el anonimato porque no quiere ningún tipo de protagonismo, aclara que relata las conversaciones con ellos antes de su muerte porque fue el último deseo de Ramón, que la gente supiera que iban a morir porque no les habían dejado salir de su casa. A las 17.49 minutos exactos recibe un mensaje de Whatsapp: «No nos dejan salir».
«Con un bebé no te la juegas»
Cuando les vuelve a llamar, le explican que están siguiendo las indicaciones de los bomberos, que les han dicho que no corren peligro si se quedan dentro con las puertas bien selladas para que no entre humo. «Con un bebé tan pequeño te quedas paralizado y no te la juegas, sigues lo que dicen los expertos», argumenta esta amiga de la pareja.
En ese momento se encontraba ya una dotación de bomberos en la puerta. «Al bombero que estaba desplegando la manguera le insistí en que les ayudara, que subiera a por ellos y me contestó que no corrían peligro». Ramón permanecía fuera del baño viendo las posibles vías de escape mientras su mujer estaba con los pequeños dentro intentando empapar toallas, aunque según le confesaron, «apenas caía un hilillo de agua».
Instantes después el fuego se descontroló y nadie dio indicaciones distintas a los vecinos a los que previamente habían instado a permanecer en el interior de sus casas. Esta testigo afirma que también habló con un responsable de Bomberos en la zona para decirle que había una familia encerrada en el baño.
Despedida de los familiares
Eran ya las 18.45 cuando habla por última vez con Marta y Ramón. Fueron cinco angustiosos minutos. «Tenían dificultad para respirar, ya sabían que no iban a poder salir de allí con vida», confiesa rota por dentro esta testigo. Después de esta llamada aún tuvieron tiempo de despedirse de sus familiares. Sus cuerpos fueron localizados ayer abrazados a sus hijos, apenas deteriorados por el fuego.
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