La UE analiza las últimas medidas para aplacar a los agricultores
▶ España defenderá 18 propuestas que incluyen la simplificación administrativa y la derogación de la rotación de cultivos
«Hablando en plata, si los agricultores han salido en masa a la calle en más de 20 países es porque tienen motivos para ello. Queremos convencer a los políticos de que la agricultura es un recurso estratégico para la UE (…). Esperamos que los ministros sepan entender la importancia y la gravedad de la situación», decían el viernes al unísono los dos responsables del COPA-COGECA, Christiane Lambert y Lennart Nilssen, en vísperas de la reunión que celebran este lunes los ministros de agricultura de la UE. A examen, la última batería de medidas a corto plazo promovida por la Comisión Europea para simplificar y aliviar las exigencias medioambientales con las que tienen que cumplir los agricultores para cobrar las ayudas de la Política Agrícola Común.
«No somos reacios ni hostiles ni a la transición (ecológica) ni al cambio, pero nos oponemos a un ritmo poco realista y a este cronograma», insistía Lambert que denuncia la «avalancha de normas y directivas» a las que se enfrentan los agricultores desde que entró en vigor la nueva PAC el 1 de enero de 2023 y que ha prendido la mecha de las protestas que recorren numerosos países europeos. Este lunes, de hecho se espera de nuevo un desfile de tractores en el corazón de las instituciones europeas para denunciar el «tsunami normativo en el que vivimos»”, añade Nilssen.
La presión del campo
«Hemos perdido un 25% de las ayudas de los agricultores, se nos han sumado los ecoregímenes -es decir un endurecimiento de las exigencias normativas que deben respetar- y en muchos países los agricultores no pueden cumplir con las normas y pierden las ayudas», avisan. A todo esto, se suman las medidas para controlar las importaciones ucranianas que han desatado enfrentamientos en la frontera de Ucrania y Polonia. Una presión que ha desembocado en nuevas medidas planteadas por Bruselas y que se abordarán durante un debate que inicialmente figuraba como «posible» en el calendario de la presidencia semestral belga, que ha decidido mantenerlo debido a la presión del campo.
España ha recibido positivamente las medidas sugeridas por Bruselas y consideran que es un primer paso, aunque admiten que la situación no va a cambiar «de la noche a la mañana». Desde el gobierno dan la «máxima importancia» a la reducción de las cargas administrativas para los agricultores y la revisión de las obligaciones medioambiental. El ministro de agricultura, Luis Planas, defenderá el plan de 18 medidas diseñado por el Gobierno y que incluye propuestas sobre simplificación administración y la derogación de varias de las medidas como la rotación de cultivos.
Bruselas plantea modificar las normas que imponen el requisito de mantener estables las superficies de pastos permanentes en la UE. También simplificar la metodología para determinados controles, con el objetivo de reducir hasta un 50 % el número de visitas a las explotaciones por parte de las administraciones nacionales. Y medidas adicionales para aliviar la situación de los pequeños agricultores.
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