‘Bestiari interior’ en clase
Un grupo de alumnos del instituto Eduard Fontserè de L’Hospitalet ofrecerá este miércoles en la librería La Conxita de Sants un recital de sus propios poemas, tras leer a Rodoreda y Carné.
Al coger el fanzine A vegades tot és blanc i gris, el poema de Dayana se descuelga. Por un error no se imprimió al lado de su dibujo y han insertado la página con su poesía, ejemplar a ejemplar, en el lugar en el que le correspondía estar en el centenar de publicaciones. «Forma parte también de la esencia de los fanzines, que son imperfectos», dice Gerard de Josep, el profesor de Catalán de este grupo de cuarto de ESO del instituto Eduard Fontserè de La Florida, en L’Hospitalet, y padre de este emocionante proyecto, que culminará el miércoles 28 de febrero con una presentación-recital en la librería y tienda de discos La Conxita, en Sants, que esta semana estaban acabando de preparar.
Pese que a Gerard no le falta razón y que ese penúltimo obstáculo no puede ser más representativo tanto de la dificultad del camino como, y sobre todo, del empeño por salir adelante, «imperfecto» sería el último adjetivo que vendría a la cabeza para definir una iniciativa como este Bestiari Interior que recoge poemas y dibujos de adolescentes como Dayana,
Amanpreet, Naibelis, Yeira o Abigahil.
Hacía tiempo que Gerard tenía ganas de poner música en catalán en clase, música que a su alumnado le es completamente ajena, pero le costaba la manera de encajarla más allá de «os hago una recomendación porque sí»: encontró en el Animalari Urbà de The Tyets la excusa perfecta.
The Tyets, Rodoreda y Carné
«Me permitía hablar de los bestiarios, ya que el disco es el Animalari de Enric Larreula musicado, y me daba juego, porque al llevarlo a la música urbana tenía una manera como más gamberra de leerlo, de ver dónde nos llevaban esos dobles significados que quería trabajar y, además, nos permitía compararlo con otros bestiarios de autores canónicos de la literatura –explica el profesor mientras sostiene uno de los imperfectos ejemplares entre sus manos–.
Porque tampoco es tan sencillo a veces, de repente, hablar de Mercè Rodoreda, Joana Raspall, Josep Carné, o Pere Quart; y era un hilo conector que me permitía introducir todos estos nombres, que no sé hasta qué punto habrán sido retenidos».
La idea la trabajó en verano y en septiembre, ilusionado, se la planteó a sus dos grupos de cuarto. Si algo tenía claro era que, si lo hacían, lo tenían que hacer con ganas. Uno les dijo que sí y aquí están, preparando el recital, con los nervios de antes del estreno.
Si escuchaban la música de The Tyets y leían los otros bestiarios, lo que tenía sentido era hacer uno ellos. Y como la mayoría de estas creaciones están ilustradas, la suya también tenía que serlo, para ver cómo las imágenes aportan significados a los textos, así que se lo planteó a Eva Bellapart, la profesora de Visual y Plástica, quien también se sumó, entusiasta, igual que el Laboratori Editorial Des dels Blocs y la cooperativa LaFundició, quienes se han encargado del diseño y la impresión. «Ellos siempre están sin pedir nada a cambio», dice Gerard, agradecido, de esa imprescindible colaboración en red comunitaria.
Preguntas sobre ellos mismos
Así, tras el análisis de las canciones y del resto de bestiarios, cada uno de los alumnos –pocos en Catalán porque a esas horas hay un grupo en el aula de acogida y otro en un plan de diversificación curricula–, empezaron a crear cada uno su propia bestia a partir de unas preguntas que Gerard les hizo, inspirado en la exposición del CCCB
Ciència Fricció. Si tú fueras una bestia, ¿en qué medio vivirías? «Y lo tenían que justificar a partir de encontrar un doble significado con el instituto. Por ejemplo: vivo en un desierto porque en el instituto nunca pasa nada; o vivo en una selva porque aquí todos nos peleamos entre todos… Por eso se llama
Bestiari interior: porque las bestias las han creado a partir de preguntas sobre ellos».
Una vez crearon su bestia, le dieron forma de poema. Así nacieron Cremar, L’Ocellet, Tot s’acaba o
La Selva, que serán leídos por sus jóvenes autores este miércoles en La Conxita porque un día –y quizá aún no sean conscientes de la buena decisión que tomaron– optaron por seguir a su profesor.
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