Presión a Collboni para la cobertura de la Ronda del Mig
El distrito de Les Corts apoya una propuesta de Junts para que se costee un estudio de viabilidad sobre el cubrimiento de la vía, considerado como una «deuda histórica».
Una tras otra, las peticiones para soterrar un scalextric con 11 vías que parten el barrio de Pedralbes han caído en saco roto. Viene de lejos la reclamación para sepultar el último kilómetro que queda descubierto en la Ronda del Mig, donde más de 40.000 vehículos circulan a diario al pie de las viviendas, las oficinas, los centros sanitarios y los colegios que flanquean el entorno de la autopista urbana entre la plaza de Prat de la Riba y la calle de Mejía Lequerica. Contrasta con el túnel que, desde hace más de 21 años, encauza bajo tierra la circulación en el tramo que cae por debajo de la Diagonal.
La política de peatonalizar calzadas mediante supermanzanas y ejes verdes en los últimos mandatos, la desaparición del nudo de Glòries para soterrar el tráfico y las obras que empezarán en junio para enterrar un trecho más de la Ronda de Dalt han reavivado el agravio y la reivindicación para culminar la cobertura de la Ronda del Mig, una petición latente que, de forma cíclica, regresa al ayuntamiento. Un pleno extraordinario en Les Corts, forzado por Junts, ha vuelto a abordar lo que los vecinos movilizados en la asociación Millorem Barcelona han tachado como una «discriminación» y «deuda histórica». En los últimos tiempos han recogido unas 1.800 adhesiones que urgen a acometer la reforma para que la autovía se convierta en subterránea. Equivalen a casi el 15% de los residentes en Pedralbes.
Estudios técnicos
El distrito ha aprobado la proposición de los posconvergentes. Recogiendo las demandas del movimiento vecinal de la zona, insta a que los estudios de viabilidad técnica y económica del soterramiento pendiente se inicien este 2024. También apela a constituir una comisión de seguimiento que incorpore a entidades vecinales y partidos políticos. Barcelona en Comú, PP y Vox se han aliado con los nacionalistas para que la solicitud tirara adelante. En cambio, el PSC y ERC se han abstenido.
Si bien ambas formaciones se han declarado favorables a reformar el tramo, los republicanos han optado por lo que han definido como una «abstención positiva». Han avisado de que el soterra
El tramo pendiente, entre la plaza de Prat de la Riba y la calle de Mejía Lequerica, mide un kilómetro
miento se intuye «carísimo» y que cabe que el Ayuntamiento analice antes qué inversiones prioriza. Los socialistas señalan que es una remodelación «compleja», que exige «negociar partidas presupuestarias y buena planificación para que el proyecto sea viable».
Precisamente, el partido de Xavier Trias ha enfatizado que el gobierno socialista en minoría del alcalde Jaume Collboni se halla enfrascado en la negociación de un presupuesto para 2024. En ese sentido, apremia a que incluya una dotación para encargar el informe preliminar. «Solo pedimos que, de los 3.800 millones que tendrá el presupuesto, dediquemos el 0,06% para hacer un estudio de viabilidad que no constaría más de 250.000 euros», calcula Ivan Condés, consejero de Junts. Por su parte, la socialista Irene Morales emplaza a los nacionalistas a respaldar las cuentas del consistorio para este año.
El PSC ofrece brindar su aval al Junts si modificaba el texto. Los posconvergentes han juzgado que suponía aguarlo. Según fuentes del partido, los socialistas han planteado que se retirara la propuesta de efectuar controles de calidad de aire y que el estudio de viabilidad se redujera a un tramo más corto, entre Diagonal y Prat de la Riba.
La propuesta de los nacionalistas abarca también que se coloquen medidores de contaminación acústica y atmosférica en el trecho en que el tráfico de la Ronda del Mig discurre a la intemperie. «El tramo entre Mejía Lequerica y Prat de la Riba es uno de los más contaminados de la ciudad, con niveles de dióxido de nitrógeno que superan los 40 microgramos por metro cúbico –afirma Condés–. Es un valor por el que la UE considera que los residentes empiezan a sufrir serias consecuencias físicas y mentales. Y los niveles de sonido superan los 70 o 75 decibelios». ■