La larga fuga de ejecutivos en el Barça
La marcha de Maribel Meléndez, la más alta ejecutiva del club, evidencia el desgaste que supone la gestión bajo el mando de Laporta.
La fuga de ejecutivos en el Barça de Joan Laporta no parece tener fin. Es un goteo constante desde que tomara posesión de la presidencia por segunda vez, en marzo del 2021. Como si despidiera radioactividad, el máximo mandatario azulgrana quema talento a un ritmo impactante. La última, Maribel Meléndez, la más alta ejecutiva del club, abandonará este jueves su puesto de directora general corporativa, al que accedió de la mano de Ferran Reverter, el flamante CEO que ya echó tierra de por medio cuando llevaba menos de un año en el cargo.
Son más de 20 los altos cargos que han dejado de pertenecer a la estructura del club desde que Laporta regresara al sillón presidencial. En el caso de Meléndez, como tantos otros, se exponen «motivos personales». Algunos fueron forzados a marcharse, muchos otros optaron por emprender o buscar una nueva salida profesional. La razón verdadera jamás suele exponerse de forma pública. No conviene a ninguna de las partes.
No suele ser fácil trabajar en el Barça. Cualquier cargo con responsabilidad suele estar sujeto a un sinfín de interferencias. Y en el mandato de Laporta resulta particularmente evidente. Presume el presidente de poner en sintonía a los altos ejecutivos de cada departamento, pero a la vista de la hemorragia de despidos y dimisiones, esa conexión se produce a costa de perder talento y rodearse de personas afines, ya sea por vía de la amistad o familiar.
Meléndez, cuya salida fue expuesta en primer lugar por Mundo Deportivo, tenía un enorme peso en el seno de la institución. No es un nombre ni una cara conocida, pero llevaba a cabo un trabajo esencial entre bastidores. Solía ejecutar las negociaciones de todos los grandes contratos, las llamadas palancas incluidas. Fue, por ejemplo, quien negoció con Goldman Sachs toda la estructura de financiación del Espai Barça. También fue instrumental en perfilar los contratos con Limak.
Un presidente ejecutivo
Se la vio y escuchó en público en la rueda de prensa de exposición del acuerdo para costear el Camp Nou y los alrededores. Lo hizo al lado de Laporta, el vicepresidente Eduard Romeu y el director financiero, Manel del Río, quien está llamado a asumir su vacante. Laporta, un presidente con perfil ejecutivo, optó en su día por no cubrir el hueco dejado por Reverter.
La marcha de la directora general, que entró en el club después de siete años como directora financiera y de planificación de BuildingCenter, empresa inmobiliaria de LaCaixa, genera de hecho un nuevo vacío en el Espai Barça. Los cambios de responsabilidad en el «macroproyecto de club, de ciudad y de país» al que suele referirse Laporta se producen con una frecuencia sorprendente. Meléndez lideraba el proyecto junto a Joan Sentelles, amigo de infancia de Laporta.
Llauradó, el único directivo
Son cinco las salidas. Laporta se deshizo primero de Bill Mannarelli, máximo responsable del proyecto con Josep Maria Bartomeu. Le reemplazó Ramon Ramírez, director de Patrimonio que acabó por dimitir en junio de 2022. Àlex Barbany pasó entonces a ser el director ejecutivo y, por tanto, máximo responsable de explotación de las instalaciones azulgranas. Lo dejó a finales de septiembre sin que el club opusiera resistencia.
Pero antes, en cuanto se apostó de forma controvertida por la constructora turca Limak para la
remodelación del Camp Nou, presentó su dimisión Jordi Llauradó, el único directivo que ha abandonado a Laporta. Llauradó era el supervisor del Espai Barça, en tanto que era el único constructor de la directiva. Como miembros de la Comissió Espai Barça también partieron el economista Jaume Llopis y el empresario José Elías.
El caso de Jaume Giró
El goteo de huidas empezó por alguien que no llegó a tomar posesión de ningún cargo. Jaume Giró, llamado a ser el hombre fuerte de las cuentas de la nueva junta, anunció que se apartaba justo después de que Laporta derrotara a Víctor Font y Toni Freixa en las elecciones presidenciales. Posteriormente se convertiría en ‘conseller’ de Economia i Hisenda de la Generalitat.
A partir de ahí, hubo despidos costosos y fugas de ejecutivos de todos los departamentos, algunos más ruidosos que otros. Todos sin reproches ni críticas públicas. Otra cosa es lo que se cuenta en la trastienda de las confidencias. En cuanto a técnicos, Laporta ha perdido a cinco, siete si se incluyen ya a Xavi y Giráldez (Koeman, García Pimienta, Lluis Cortés, Jasikevicius y Xavi Pascual).
Al mismo tiempo, y según avanzó el diario Ara, Laporta ha incorporado al norteamericano Bryan Bachner como director general de Barça Vision. Bachner compagina el cargo con el de director de la oficina del club en Hong Kong y la de Nueva York. Antes fue director de CSSB Limited, la empresa de Joan Oliver, CEO del Barça en el primer mandato de Laporta, que terminó con la desaparición del Reus Deportiu. ■
El Espai Barça es el área del club que ha sufrido más cambios con cinco salidas