El Periódico - Castellano

«Somos campeonas del mundo. Que se note, por favor»

La central de la selección española y del Arsenal reclama una mayor atención ante la disputa de la final de la Nations League, hoy frente a Francia. Así pide la ayuda de la sociedad, de los medios de comunicaci­ón y de las institucio­nes.

- LAIA BONALS

Siempre muestra esa sonrisa que la caracteriz­a. Laia Codina (Campllong, Girona, 2000) está serena. Han sido meses de mucho trajín para ella. Campeona del mundo, billete para los Juegos, afianzarse en la titularida­d... Y dejar el Barça para ir al Arsenal. Pero ella ha decidido tomarlo con una templanza poco fácil de ver con 24 años.

— Ha sido un año de muchísimos cambios.

— En septiembre acabó el Mundial y no tuve vacaciones. Empecé en el Arsenal, un nuevo club, y me gusta que vean que tengo implicació­n. Llegué y estaba lesionada. La verdad es que fue dura la llegada a Inglaterra. Después de Navidad, he notado un cambio en mi adaptación. También afecta el tema del idioma. Yo creía que tenía un buen inglés, pero hasta que no llegas y te empiezan a hablar con su acento no ves lo difícil que es...

— Salir del Barça no es fácil. ¿Ahora vive la atención de otra manera?

— Totalmente. Y por eso segurament­e estoy más tranquila. No es ni bueno ni malo, pero yo llevaba muchos años en el Barça y notas la presión de fuera con todo lo que rodea al club. Además, soy catalana y estaba en casa. Cuando me fui al Arsenal cambió todo, y me ha dado una tranquilid­ad que no sabía que necesitaba. Lo agradezco. No dejo de ser una central de 24 años y tengo mucho por aprender.

— Pocas veces ponemos en valor encontrar esa paz.

— La tranquilid­ad me da paciencia. Es algo que se necesita en el fútbol. Lo queremos todo y lo queremos ya. Yo siempre lo digo: «Llegará». Cuando vengo a la selección, noto que el trabajo del día a día me está dando la oportunida­d de ser titular, de jugar un Mundial... La paz me la da el hecho de estar lejos de casa, de tener que buscarme la vida. O conocer gente nueva y la cultura allá donde voy. Eso te hace tener otras motivacion­es, que a veces faltan. Cuando llevas muchos años en un sitio cuesta más encontrarl­as. Estar en Inglaterra me ha abierto nuevos horizontes, y disfruto dentro y fuera del campo. Estoy creciendo como persona. Me gusta.

— Comparando las dos ligas, la diferencia es abismal.

— El primer partido de titular que jugué fue contra el Manchester United fuera de casa. Salí al campo y empezaron a tirar fuegos artificial­es y petardos. La BBC, a pie de campo hacía la previa del partido, con programas también durante la media parte y al final. Allí me he sentido futbolista. Vivo aquello que he visto siempre por la televisión. Antes de venir a la selección, jugamos contra el United en casa con más de 50.000 entradas vendidas. Y este domingo nos enfrentamo­s al Tottenham y ya hay más de 50.000 entradas vendidas. Son dos fines de semana seguidos, no una vez al mes o al año. Es una pasada todo lo que engloba la liga, cómo te tratan. Me hacen sentir futbolista.

— Y cuándo viene aquí y ve lo que pasa, ¿qué piensa?

— Lo hablamos en el vestuario sobre todo. Cuando lo cuento allí, en Inglaterra, lo que pasa aquí, no acaban de entender la diferencia. Y me sabe mal. Somos campeonas del mundo. Que se note, por favor. Es que nosotras no podemos hacer más. Tengo la sensación de que siempre tenemos que hacer más y más y más... Pero habrá un punto en el que no podremos. Necesitamo­s la ayuda de la sociedad, la prensa y las institucio­nes.

— Se les pide que además de futbolista­s sean revolucion­arias. Que eduquen la mirada de la gente.

— Nuestro trabajo es jugar a fútbol. Intentamos hacerlo ganando y que la gente disfrute. El otro día, en la semifinal de la Nations League contra Países Bajos, salimos al campo con la intención de que los 20.000 aficionado­s pudieran disfrutarl­o. En parte se lo debemos. Pero tengo la sensación de que lo estamos haciendo muy seguido, y la gente responde. Pero hay una gran diferencia.

— ¿Se ha perdido la oportunida­d de que el triunfo en el Mundial fuera un revulsivo?

— No sé si se ha perdido, creo que estamos a tiempo. Pero sí que es verdad que el hecho de ganar un Mundial tendría que haber tenido mucho más eco. Entre nosotras nos lo decimos: «Tú, tú, ¡que somos campeonas del mundo!». Te lo tienes que recordar porque a veces no se nota.

— Y, además, han logrado un billete histórico para los Juegos.

— Tengo la sensación de que nunca es suficiente, que tenemos siempre que hacer más porque, si no, no tendremos el apoyo. ¡Nos acabamos de clasificar para unos Juegos! Algo muy difícil. Suecia se ha quedado fuera. Alemania o Países Bajos se quedaron fuera.

— ¿Soñó alguna vez con participar en unos Juegos?

— Nunca. Hasta que no se me planteó la posibilida­d de estar, no. Cuando acabó el Mundial nos dimos cuenta de que nos podíamos clasificar. No era consciente porque ni me lo planteaba. Y ahora que es real es muy fuerte.

— Se ha normalizad­o que lo ganen todo. Hace unos años era impensable.

— Totalmente. Hemos ganado un Mundial en la tercera Copa del Mundo de la historia de España. Estamos en la final de la primera Nations League de la historia. Nosotras mismas también tenemos que darle valo. ¡El otro tendríamos que haberlo celebrado más! Nunca sabes cuándo volverá a pasar y el fútbol son momentos.

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 ?? José Luis Roca ?? Laia Codina posa para EL PERIÓDICO durante la concentrac­ión de la selección española en Las Rozas.
José Luis Roca Laia Codina posa para EL PERIÓDICO durante la concentrac­ión de la selección española en Las Rozas.

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