Telefónica aviva su futuro en medio del centenario
La operadora presidida por José María ÁlvarezPallete, participada por el Gobierno saudí a través de STC y lista para que el Estado español entre en su capital, prepara su nueva estrategia.
«Hay más fibra óptica en la ciudad de Girona que en Manchester City». Ángel Vilá, consejero delegado de Telefónica, aprovechó el escenario y la audiencia para sacar pecho. Las referencias futbolísticas (el City es el principal accionista del club de fútbol catalán que ocupa la segunda posición en la Liga) no pasaron desapercibidas. Era el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y Telefónica celebraba el primer acto de su aniversario. En el escenario, el pianista del momento: Lang Lang. Minutos antes de que se levantara el telón, José María Álvarez- Pallete, presidente de la operadora, mostraba su emoción y nerviosismo a la espera de que todo saliera rodado.
Han pasado cien años –fue durante la dictadura (para otros «dictablanda») de Miguel Primo de Rivera– desde la fundación de la empresa de bandera de telecomunicaciones española. De ser la gran compañía de propiedad estatal que abrió la puerta a accionistas minoritarios, pasó a convertirse en el primer grupo privatizado de España y llegó a valer 100.000 millones de euros en bolsa. Hoy, valorada en 22.000 millones, está a la espera de que el Estado compre un 10% de su capital. ¿Cómo? A través de un fondo de nueva creación con 20.000 millones en cartera: Sociedad Estatal de Transformación Tecnológica (SETT), apadrinado por el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá. Con este porcentaje, el Estado español tendrá un 0,1% más del capital de la operadora que STC, el líder saudí de telecomunicaciones, controlado por la dictadura árabe, que aspira a tener el 9,9% de Telefónica.
Como presidente del GSMA, organizador de la feria del Mobile World Congress, Pallete conoce los entresijos y encrucijadas de un negocio que busca su horizonte en un universo lleno de competidores. Telefónica perdió 892 millones en 2023 tras obtener 40.652 millones en ventas. Las pérdidas se deben a las provisiones derivadas del ere presentado en España y por el deterioro del fondo de comercio de su filial británica.
Un informe de PwC augura las dificultades que seguirán sufriendo las teleoperadoras para generar rentabilidades de su negocio tradicional. Mientras el consumo de datos se triplicará de 3,4 millones de petabytes (unidad de almacenamiento de información) a 9,7 millones en 2027 gracias al tráfico de vídeo, el aumento de la facturación será del 4% anual hasta rozar los 900.000 millones en 2027.
¿Es la solución que haya fusiones transfronterizas en Europa que reduzcan la atomización del sector? Por ahora, la Comisión Europea acaba de dar el visto bueno a la fusión de Orange España, filial de la multinacional francesa, y Más Móvil, que dará lugar a la primera operadora española por delante de Telefónica. Esta ya ha manifestado su intención de no quedarse quieta en un escenario de crecimiento por parte de Digi, controlada por el empresario rumano Zoltan Teszari, y la incógnita alrededor de la futura estrategia de Vodafone en España, adquirida por el fondo británico Zegona.
Con la fibra óptica no basta. De teleoperadora a generadora de contenidos digitales. Esta es una de las líneas estratégicas de Telefónica después de cien años de vida en un sector donde ganan los fabricantes de terminales móviles (Apple ha destronado a Samsung), las redes sociales y los vendedores de aplicaciones.