Irán vota hoy con el fantasma de la abstención y el veto a los opositores
▶ El descontento marca una jornada en que los conservadores esperan renovar su mayoría
Irán celebra hoy unas elecciones al Parlamento y a la Asamblea de Expertos –instituciones controladas por formaciones conservadoras tras las descalificaciones de políticos reformistas– en medio del boicot femenino por la represión de las protestas desatadas por la muerte de la joven Mahsa Amini y del descontento popular y las tensiones en Oriente Próximo a causa de la guerra en Gaza, informa Efe.
En las elecciones a los 290 escaños del Parlamento y 88 miembros de la Asamblea de Expertos parece pesar más el nivel de participación que los ganadores, con la previsión de que los conservadores renueven su mayoría parlamentaria. Un Parlamento formado por diputados conservadores y ultraconservadores dificultará las relaciones con Occidente, muy tensas en estos momentos por la guerra en la región, las sanciones económicas, la venta de drones iraníes a Rusia y el programa nuclear del país persa.
Baja participación
Más de 61 millones de iranís están llamados a las urnas para elegir entre 15.200 candidatos al Parlamento y 144 a la Asamblea de Expertos, pero todo parece indicar que habrá una baja participación a causa de la mala situación económica, agravada por las sanciones estadounidenses, con una inflación en torno al 40% y un rial (la moneda local) en continua depreciación. A todo ello se suma un desapego político acentuado a raíz de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto el pañuelo islámico en 2022.
La República Islámica de Irán ha dado siempre gran importancia a la alta participación como una prueba de su legitimidad y respaldo popular, por lo que en los últimos días se han multiplicado las llamadas a votar. El líder supremo de Irán, Alí Jameneí, ha apelado al voto para «salvar al país». «Los enemigos de Irán quieren ver si el pueblo está presente (en las urnas)», afirmó el religioso en un encuentro televisado en Teherán con jóvenes que podrán votar por primera vez en unos comicios iraníes. Mientras que el comandante de la Guardia Revolucionaria, el general Hosein Salamí, afirmó que votar es «dar un puñetazo en la boca» a los rivales. En el polo opuesto, cientos de figuras públicas han pedido la abstención, como la encarcelada premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi, que considera el boicot como «una obligación moral para los iranís que aman la libertad y buscan la justicia». Las encuestas sitúan la participación entre un 30% y un 41%, en comparación con las legislativas de 2020 en las que votó un 42%, el nivel más bajo en la historia de la República Islámica.
El Consejo de los Guardianes, órgano que revisa la legislación adoptada por el Parlamento y veta a los candidatos a las elecciones, aprobó a 15.200 candidatos de los 49.000 que se registraron. Entre los descalificados se encuentra un gran número de políticos reformistas.
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