Arabia Saudí llena de petrodólares la ATP
Después de fichar a Rafael Nadal como embajador, el país árabe firma un acuerdo global con la Asociación de Tenistas Profesionales para consolidar su presencia en el circuito.
Rafael Nadal no es el primero ni el único que ha caído en la tentación de los petrodólares lanzados por Arabia Saudí. Si el ex número 1 aceptó ser el embajador del tenis en el país, la ATP tampoco ha resistido una multimillonaria oferta del Fondo de Inversión Pública (PIF) saudí, que ha firmado un acuerdo estratégico para los próximos años con la intención de instaurar su presencia en el circuito tenístico. El PIF será socio patrocinador del ránking de la ATP y dará el premio al número 1 anual, además de incorporarse como colaborador en los torneos Masters 1.000 de Indian Wells, Miami, Madrid y Pekín (este último, categoría 500), además de las Nitto Finals ATP que se juegan en Turín y de las Next Gen, en las que a final de año juegan las ocho mejores promesas del circuito, que se disputa en Yeda hasta 2027.
Arabia Saudí, omnipresente en el deporte con la financiación de numerosas competiciones y clubs, es señalada por Amnistía Internacional por practicar el llamado sportswashing, es decir, tratar de mejorar ante el mundo una imagen ensombrecida por las violaciones de derechos humanos que se realizan en su territorio. El país es candidato a organizar la Copa del Mundo de fútbol en 2034, además de ser sede, entre otros eventos, de la final de la Supercopa de España desde 2022 hasta 2030 por 40 millones de euros anuales. También es el propietario del circuito disidente LIV de golf, que ha incorporado a estrellas como Jon Rahm, con un contrato por 500 millones de euros por tres años.
La amenaza del dinero
Antes de anunciar el compromiso con la ATP, Arabia Saudí ya había mostrado su interés en crear una Superliga de tenis, parecida a la del golf, implicando a los Master 1.000 y a los cuatro torneos de Grand Slam. La propuesta, de momento, parece congelada, aunque Craig Tiley, director del Open de Australia, ya mostraba su preocupación. «Cualquiera puede venir mañana y decir: ‘Tenemos un evento con 100 millones de dólares en premios, voy a traer a los 32 mejores jugadores del mundo y cada uno tiene asegurados dos millones’. Es una amenaza. Lo pueden hacer y nada les impide poder hacerlo», decía el pasado enero.
La ATP y los directivos del fondo saudí no han desvelado la cantidad económica del acuerdo. «La asociación con el PIF marca un importante punto de inflexión en el tenis y un compromiso común para el desarrollo de nuestro deporte en el futuro», explica Massimo Calvelli, director ejecutivo de la ATP. «Nuestro de deseo de invertir en lo mejor se mantiene inquebrantable», destacó Mohamed Alsayyad, director del fondo saudí.
Aunque la Superliga solo es un proyecto, lo que ya es realidad es la 6 Kings Slam, un torneo de exhibición que se jugará en Riad, posiblemente entre el 14 y el 20 de octubre, con la presencia de Novak Djokovic, Rafael Nadal, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Daniil Medvedev y Holger Rune. Justo al final del Master 1.000 de Shanghai y la semana antes del 21 de octubre cuando comienzan los torneos del circuito de Viena y Basilea.
El ganador del torneo se embolsará seis millones de dólares, mientras que cada participante tiene asegurado un cheque de 1,5 millones de dólares, según ha desvelado recientemente el periódico británico The Telegraph. Unas cantidades que hacen tambalear a cualquiera. En el último Open de Australia, Sinner se llevó un cheque de 1,9 millones de euros por ganar el título, antes de impuestos. El año pasado, en diciembre, Alca
El país árabe firma un patrocinio para los próximos años y dará el premio al número 1 mundial
raz se enfrentó a Djokovic en Riad, en una exhibición que presentaba a los dos mejores jugadores del mundo del momento antes de comenzar la gira australiana del inicio de temporada.
Rechazo de la WTA
Arabia Saudí intentó organizar las Finales de la WTA la pasada temporada, pero su candidatura fue rechazada por los responsables del circuito femenino y se disputaron en Acapulco (México). La opinión crítica de dos leyendas del tenis femenino como Martina Navratilova y Chris Evert, ganadoras de 18 Grand Slams, que firmaron un artículo conjunto en el Washington Post, tuvo un efecto contundente.
Una opinión que no parece haber tenido en cuenta el tenis masculino, ni el mismo Nadal por aceptar ser el embajador del tenis saudí y que ha negado que se le hubiera contratado «para lavar la imagen del país», según dijo en la entrevista de El Objetivo, con Ana Pastor, en La Sexta. Una oferta millonaria cercana a los 200 millones de euros por 10 años que el tenista considera como «un reto personal» en un país que, dice tiene «un gran potencial, muy retrasado en muchas cosas y que se ha abierto recientemente. Si no consigue la evolución que yo creo que tiene que seguir en los próximos diez años, diré que me he equivocado por completo», respondía el tenista a las críticas.
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