Albiol vuelve a intentar el desalojo de 150 migrantes
El alcalde de Badalona impulsa desocupar el antiguo instituto B-9 después de un revés judicial por no proponer alternativa habitacional.
El desalojo de los 150 migrantes que ocupan el antiguo instituto Badalona 9 (B-9), en el barrio del Remei, ha vuelto a motivar una acción judicial ejercida por el ayuntamiento de la ciudad, administración titular del degradado inmueble. La ofensiva judicial impulsada de oficio a principios de este mes de febrero por el Gobierno del alcalde Xavier Garcia Albiol (PP) sucede después de que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 10 de Barcelona, en un auto del 26 de enero al que tuvo acceso exclusivo EL PERIÓDICO, desestimase una primera acción judicial de desocupación por la vía de urgencia que aludía al «gran peligro más que probable para los ocupantes» debido al «elevado riesgo de incendio», al estar manipulada la instalación eléctrica en la finca.
Interpelado por este diario sobre los motivos que justifican el desalojo en el número 669 de la avenida de Alfons XII, Albiol apela esencialmente a dos razones: «El gran riesgo para las propias personas que están allí de que la luz pinchada cause una desgracia», afirma el alcalde, y «los problemas de delincuencia e incivismo que están causando en el barrio del Remei». La intención tras la desocupación del viejo instituto, concluye Albiol, es «tirarlo inmediatamente al suelo por sus condiciones lamentables» y «plantear la posibilidad de construir allí la segunda comisaría de Guardia Urbana de la ciudad».
EL PERIÓDICO pudo acceder al asentamiento urbano objeto del desalojo y conversar con diversas de las personas –entre ellas había algunos menores– que viven allí, las cuales hablan de más de 200 personas (las 150 son una estimación de la Guardia Urbana) con una parte de residentes itinerantes. Este diario comprobó in situ la pobreza extrema e infrahumana en la que se halla la maltrecha nave del viejo instituto B-9: muebles destrozados por todas partes; precarios habitáculos de madera; frágiles construcciones con ladrillos; gallinas y aves sueltas en los exteriores; un intento de bar y cocina, y pasillos escolares reconvertidos en insalubres habitaciones.
Percepción de inseguridad
Una maraña de cableado y enganches hace también evidente, tal y como corroboran informes técnicos de la Guardia Urbana de Badalona consultados por este diario, que la instalación eléctrica permanece visiblemente manipulada, circunstancia que en el pasado ya causó –según investigaciones de los Mossos d’Esquadra– fatídicas tragedias en Badalona, como el incendio de Sant Roc en enero de 2019, en el que murieron tres personas. Sobre este extremo, dos de los ocupantes consultados explican: «Próximamente, desde un sindicato nos van a ayudar a arreglar la instalación eléctrica».
Los informes internos que maneja el consistorio badalonés describen así las impactantes condiciones que caracterizan el interior de la finca: «Multitud de chabolas perfectamente separadas entre sí y con acceso a ellas a través de candado»; «fuerte olor a orín y excrementos por toda la finca»; «derribo de tabiques y obras precarias»; o «múltiple cableado colgando por las paredes en mal estado», por citar algunos ejemplos.
Según las versiones
En cuanto a los «problemas de delincuencia e incivismo» que expone Albiol, el relato varía en función de la voz vecinal que se consulte. Desde la Asociación de Vecinos del Remei, barrio donde se halla el inmueble, la presidenta, Silvia Jordán, y el vocal Ángel García coinciden en la percepción de inseguridad: «Estamos muy preocupados y asustados. Hemos visto que han arrancado farolas y han desaparecido puertas de hierro. Nos da miedo pasar por allí porque nos hemos encontrado a gente drogada por la calle. El paisaje es
El alcalde justifica la desocupación en el riesgo para las personas y en el incivismo
El consistorio
badalonés plantea construir allí una comisaría de la Guardia Urbana
tercermundista», subrayan.
Sin embargo, el trabajador de una chatarrería próxima al inmueble, que prefiere no identificarse, explica a este diario: «Desde que están aquí, desde septiembre de 2023, nunca he visto ningún conflicto. Los chicos africanos son pacíficos. Hay más conflictividad, eso sí, en la zona de la nave que toca a los bloques de Sant Roc», comenta.
El nuevo procedimiento judicial en marcha, que puede durar un par de meses hasta el desalojo, se fundamenta en una acción de recuperación del dominio público de titularidad municipal. El gran argumento aducido por la jueza del caso, para tumbar en primera instancia el desalojo, fue que el Ayuntamiento de Badalona no ofreció alternativa habitacional a los 150 migrantes que desde septiembre de 2023 malviven en la zona.
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