Los libreros ven coherente la cuota por Sant Jordi en BCN
La mayoría del sector está de acuerdo con la medida de pagar por tener estand en un espacio con servicios en el centro de la ciudad.
«Era cuestión de tiempo, tarde o temprano tenía que llegar. Y las cantidades a pagar son casi simbólicas. Con lo que se gana el día de Sant Jordi nos compensa. Nosotros estamos de acuerdo con la medida. Piensa que estamos colapsando el centro de la ciudad», señala el librero Lluís Morral, de la librería Laie, sobre el comunicado interno de la Cambra del Llibre que este miércoles anunciaba que, por primera vez en la historia, poner un estand en las calles más céntricas de Barcelona, como paseo de Gràcia, Rambla de Catalunya o paseo de Sant Joan, durante la fiesta de Sant Jordi dejará de ser gratis y costará entre 96 y 500 euros, según los metros ocupados.
La medida, acordada por la Cambra, que agrupa a los gremios de editores, libreros y distribuidores, significará recaudar unos 45.000 euros, un 17% del coste total de organizar la diada del 23 de abril en Barcelona, que es de unos 250.000 euros. De ellos, la Generalitat paga 200.000 y el Ayuntamiento de Barcelona, 30.000.
También Olga Federico, de la librería La Impossible, que suelen tener estand en paseo de
Gràcia además de frente al local, ve «la medida coherente y de sentido común». «Está bien que el sector colabore de alguna manera, simbólicamente, en el pago de estas zonas concretas, que son más profesionales, que implican cortar la calzada, que te ofrecen un servicio, donde tienes electricidad… Antes, en Rambla de Catalunya no tenías nada de eso. Quizá a alguno le haya cogido por sorpresa la cuota, pero yo no lo veo como algo negativo», opina la librera.
Por su parte, el editor Emilio Bernárdez, de la editorial de cómic La Cúpula, asume que «en cierta manera es aceptable porque hay unos servicios, es una zona cerrada… y alguien tiene que pagarlo. A nosotros nos supondrá unos 90 euros, una cantidad asequible, aunque esperemos que no pase como hace dos años, aquel Sant Jordi de lluvia y viento, en que perdimos 22 libros por el agua».
«Se mantiene la gratuidad si tienes el estand delante del establecimiento pero no veo descabellado ni fuera de lo normal que se cobre un precio que no es desorbitado por las paradas en ese espacio profesional en el que tienes unos servicios como electricidad, vigilancia... –coincide también Núria Cárcamo, de la librería infantil y juvenil Sendak–-. Además es en parte subvencionable».
Voces contrarias
Tras el comunicado, algunas voces del sector se mostraban contrarias a la medida, percibida como una privatización del espacio público y de la fiesta, entre ellas, La Segona Perifèria, cuyo editor Miquel Adam, señalaba a Efe «que esta cuota desincentivará cada vez más a librerías pequeñas y editoriales independientes para ser actores de la fiesta. Sin libros no hay fiesta. ¿Y hablan de retorno económico?». «Copago quiere decir pagar dos veces: con los impuestos y con esta tarifa», tuiteaba la editorial de ciencia ficción Orciny Press. «Me parece una manera de favorecer a los grandes, los que generan más beneficios durante Sant Jordi. Convierten Barcelona en un espacio ferial», lamentaba por su parte Ramon Mas, de la editorial Males Herbes, en TV3.
■ pièce bien faite,
Cuando la Cambra del Llibre anunció el cambio, en redes se alzaron algunas voces contrarias