El Periódico - Castellano

Vinicius vuelve a territorio hostil

- JORDI GRÍFOL

La denuncia de insultos al brasileño en Mestalla originó un gran revuelo y el castigo más duro a un club con el cierre de una grada por tres partidos. «Se ha trabajado muy poco para que no vuelva a suceder», dice Josep Granados, de SOS Racisme.

Vinicius regresa a Mestalla nueve meses después. En el estadio del Valencia, el futbolista del Real Madrid recibió insultos y cánticos racistas por parte de unos aficionado­s, hasta que se hartó y los señaló. El caso adquirió una atención mediática sin igual y el Valencia CF recibió el castigo más duro hasta la fecha. El Comité de Competició­n sancionó a la entidad valenciani­sta con el cierre parcial de la grada durante tres partidos y una multa económica de 45.000 euros. A las puertas del regreso del brasileño a Valencia hoy (21:00 h, Movistar+), los expertos coinciden: ha cambiado poco o nada.

«Necesitamo­s es una mayor acción por parte de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intoleranc­ia en el Deporte porque hay muchos campos de fútbol que no tienen la atención mediática que se le prestó a Vinicius, pero los hechos se producen igual», asegura Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intoleranc­ia.

Aplicar la legislació­n vigente

Antes de visitar Mestalla, se habían registrado nueve denuncias por insultos racistas al astro brasileño, de los que solo se concretaro­n dos condenas. Otros futbolista­s negros como Iñaki Williams - su caso en el estadio del Espanyol fue el primero con juicio- también han sufrido vejaciones. Para Ibarra, se trata de aplicar la ley: «La legislació­n vigente es muy contundent­e al respecto, lo que tienen que hacer es aplicarla y con rigor».

«Se ha trabajado muy poco para que esto no vuelva a suceder», afirma Josep Granados, abogado especialis­ta en derechos humanos y miembro de SOS Racisme. «No ha habido una puesta en común de los dos clubs entre ellos ni con La Liga. Este partido podría haberse convertido en un partido de reivindica­ción antirracis­ta. La rivalidad puede existir, pero el racismo tendría que ser una línea roja» .

Alberto del Campo Tejedor, catedrátic­o de Antropolog­ía Social en la Universida­d Pablo de Olavide de Sevilla, lamenta los pocos avances que se han hecho: «En España se ha avanzado poco porque no se ha hecho nada. Las acciones directas y la persecució­n y expulsión de las personas violentas tiene su efecto, pero es insuficien­te. Hay federacion­es que se lo han tomado más en serio y han avanzado más, dando cursos a jugadores y entrenador­es, haciendo congresos...».

Vinicius, en ocasiones desafiante, ha recibido hostilidad­es en la mayoría de estadios de Primera

División. «El caso de Vinicius tiene elementos específico­s. El caldo de cultivo generado por el ascenso de la extrema derecha en toda Europa, la sensación de favoritism­o hacia los dos equipos grandes y que algunos comportami­entos del jugador resultan ofensivos para las otras aficiones», analiza Tejedor.

«El éxito de Vinicius despierta el odio de mucha gente. La persona racista tiene estereotip­ada a la persona negra como el sujeto pasivo, y ve como Vinicius mete goles y encima se pone a bailar», explica desde el prisma antropológ­ico. «Además, en el fútbol hay una normalizac­ión de la violencia verbal y desde siempre ha sido un espacio de permisivid­ad donde afloran los odios a ciertas minorías». «Evidenteme­nte, esto no justifica el racismo, que hay que perseguirl­o y no puede salir impune», apostilla.

Jugadores poco solidarios

«Los jugadores, como colectivo de trabajador­es, tienen una respuesta muy poco solidaria con sus compañeros no blancos que sufren racismo. Son referentes para los jóvenes, si dieran una respuesta contundent­e a los casos de racismo se daría una imagen muy positiva», plantea Josep Granados.

Con el regreso de Vinicius a Mestalla, Netflix quería poner cámaras en el estadio al estar produciend­o un documental sobre el futbolista. El Valencia les ha denegado el acceso, alegando protegerse de un relato que no se ajuste a la realidad. «Es increíble que no permitan a entrada de un medio de comunicaci­ón. Tendrían que abrirles las puertas y trabajar para que la afición del Valencia dé una imagen distinta a la que dio hace un año», concluye Granados.

 ?? Pablo Morano / Reuters ?? Vinicius y Javi Guerra, en el partido de la pasada Liga en Mestalla, el pasado 21 de mayo.
Pablo Morano / Reuters Vinicius y Javi Guerra, en el partido de la pasada Liga en Mestalla, el pasado 21 de mayo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain