El Periódico - Castellano

Raphinha y el ‘lobo’ Lamine

- JOAN DOMÈNECH

El brasileño y el canterano compiten por el puesto de extremo derecho. Solo han coincidido en ocho partidos, y en otros ocho se han sustituido mutuamente. Las dos lesiones del brasileño abrieron la puerta del juvenil, que se ha atrinchera­do, y con éxito, en la titularida­d.

Raphinha ha visto las orejas del lobo. Del lobo Lamine Yamal, un juvenil con pinta angelical que emana ternura, pero que amenaza con devorarle. El adolescent­e (16 años) es una fiera que le intimida porque amenaza su estatus de titular. En la competenci­a directa, Lamine Yamal –mejor dicho, Xavi– le ha retenido en el banquillo.

Creía Raphinha que se le abría el cielo con la marcha de Ousmane Dembélé para convertirs­e en el dueño exclusivo de la banda derecha. La lesión muscular del francés le permitió asentarse y acabó firmando un notable curso: 10 goles y 12 asistencia­s.

Raphael Dias Belloli debió suponer que la segunda campaña iba a ser mejor con la doble confianza de la nula presión ajena y el respaldo del entrenador, y aliviar el peso de su coste, los 58 millones más 9 en variables que le han convertido en el fichaje más caro del lustro de la crisis: desde los 120 más 15 de Griezmann. Pero el cadete que rompió varios récords de precocidad desde su debut en el Barça-Betis (abril de 2023), no estaba de visita ni disfrutaba de premio por sus méritos escolares.

Sin ser aún mayor de edad, Lamine Yamal no es un suplente que mastica los minutos de la basura. Ya es internacio­nal absoluto con España y ha exhibido un rendimient­o sostenido que lo ha situado en la primera elección de Xavi. Así se ha visto en los últimos cuatro partidos, con Lamine Yamal en el campo y Raphinha en el banco. Hasta que el entrenador pudo dar un descanso a la promesa, que disputó el partido grande (Nápoles) y lo liberó en el pequeño (Getafe) tras encadenar ocho titularida­des seguidas.

La revancha de la expulsión

«Lamine va a ser un delantero de alto nivel, y competir con él es un privilegio, un honor», manifestó Raphinha después de brillar ante el Getafe, con un gol y una asistencia. El brío del brasileño confirmó que no hay mejor terapia motivacion­al que el banquillo. También para un internacio­nal de 27 años y un gran torneo (la Copa América) en el horizonte. Anidaba en la cabeza otra razón que excitaba su voluntad: la revancha del primer partido, cuando fue expulsado al devolver a Gastón uno de los numerosos golpes furtivos que le dio. Le cayeron dos partidos. Como a Xavi, que perdió la compostura al final. «Tenía más ganas, era un partido especial», reconoció Raphinha, que el sábado en Montjuïc se vio emparejado con Djené. Corrió tanto y tan deprisa, que el defensa no pudo agarrarle ni una sola vez.

«La competenci­a nos hará mejores a Lamine y a mí», entiende Raphinha, consciente de que tendrá que exprimirse en cada cita si quiere conservar el privilegio de estar entre los 11 primeros. Ha perdido comba por las dos lesiones musculares que ha sufrido , en el bíceps femoral de cada pierna, y sólo ha disfrutado de 14 titularida­des en 38 partidos.

Lamine Yamal únicamente ha dejado de jugar dos partidos de Copa por la sanción que arrastraba de su época con el juvenil, y el de descanso ante el Getafe. Supera a su par en partidos y minutos jugados. No obstante, uno y otro han aportado al equipo cinco goles por igual. Tal vez ahí radique la diferencia de la desigual experienci­a de uno y otro.

Son competenci­a directa en el extremo derecho, aunque Raphinha, en los días de marcador incierto, ha ejercido de carrilero en la izquierda. Han coincidido tan solo en ocho partidos, y en otros ocho se han sustituido mutuamente. Diez años mayor que Lamine, a Raphinha le inquietan los aullidos del lobezno.

 ?? Albert Gea / Reuters ?? Lamine Yamal felicita a Raphinha después de que este marcara un gol en Montjuïc ante Lewandowsk­i.
Albert Gea / Reuters Lamine Yamal felicita a Raphinha después de que este marcara un gol en Montjuïc ante Lewandowsk­i.

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