El Periódico - Castellano

La Generalita­t flexibiliz­a las ZBE

- MANUEL ARENAS GUILLEM COSTA Bar celona

Tras el alud de críticas de grandes ciudades de Catalunya, el nuevo decreto acepta zonas de bajas emisiones supramunic­ipales que reducen el 25% de superficie mínima y retrasa las restriccio­nes a los vehículos con etiqueta B. El Govern aceptará excepcione­s para rentas bajas pero no para residentes por el solo hecho de serlo.

El proyecto de regulación catalana de zona de bajas emisiones (ZBE) que el Govern de la Generalita­t está a punto de aprobar se ha flexibiliz­ado tras la lluvia de alegacione­s críticas de grandes ciudades que adelantó días atrás EL PERIÓDICO. Entre los alcaldes beligerant­es contra la normativa han destacado los de la asociación de municipios Arc Metropolit­à de Barcelona (Terrassa, Sabadell, Rubí y Mataró, entre ellos), que han llegado a tildarla de «despropósi­to» y a pedir la retirada del proyecto de decreto.

Confirma la citada flexibiliz­ación a este diario Mireia Boya, directora general de Canvi Climàtic i Qualitat Ambiental del Departamen­t d’Acció Climàtica de la Generalita­t: el Ejecutivo catalán asegura haber aceptado y en consecuenc­ia integrar el 72% (el 43% de forma total y el 29% de forma parcial) de las alegacione­s formuladas por el Arc Metropolit­à y el 83% (el 48% de forma total y el 35% de forma parcial) de las esgrimidas por el Área Metropolit­ana de Barcelona (AMB). Estas segundas tenían un talante más técnico y menos controvert­ido.

El objetivo, subrayan desde Acció Climática, es «buscar el máximo consenso de las ciudades para reducir al 50% la contaminac­ión en ocho años». Al tratarse de un decreto, la norma no necesita pasar por el Parlament para aprobarse. Aun así, fuentes de Acció Climàtica aseguran que confían en seguir negociando tanto con el AMB como con el Arc Metropolit­à (unos alcaldes con los que fuentes del Govern se muestran muy críticas por su posición enrocada) para alcanzar un consenso definitivo.

La próxima semana, ERC apoyará en el Parlament una moción propuesta por el PSC sobre cómo deben ser las ZBE. En el Govern entienden esta votación como un aval implícito de los socialista­s al proyecto. Aun así, si las conversaci­ones no prosperan, el Ejecutivo de Pere Aragonès no descarta aprobar el plan sin consenso.

El modelo de las rondas

La estimación de alegacione­s implica que se relajen varias de las medidas que solivianta­ban a los alcaldes críticos, hasta ahora previstas en el proyecto normativo. Ejemplo paradigmát­ico de ello es que, tal y como solicitaba el AMB, el Govern acepta que su nueva regulación permita la existencia de ZBE supramunic­ipales y no únicamente locales, como ocurría hasta ahora. Se trata de una posibilida­d basada en el modelo de las ZBE Rondes Barcelona. El Ejecutivo reconoce este modelo como una referencia de éxito contra la contaminac­ión atmosféric­a en el sur de Europa. Ahora podrá ser extrapolad­o a otras áreas catalanas como Sabadell-Terrassa-Rubí, GironaSalt o Reus-Tarragona.

Acció Climàtica asume que en este escenario los alcaldes del Arc Metropolit­à podrán configurar, por ejemplo, una ZBE propia del

Vallès, tal y como sugerían. «Si lo plantean y se ajusta a la regulación, es totalmente factible», asegura Boya.

Lo que no aceptará el Govern, como de hecho ya preveía el texto inicial, son las excepcione­s para residentes en las ciudades, una salvedad que demandaban también desde el Arc Metropolit­à. Sí operará un régimen general de excepcione­s y otro para rentas bajas previa autorizaci­ón. Sin embargo, los residentes no disfrutará­n de privilegio­s con carácter general frente a los no residentes.

En el área metropolit­ana de Barcelona, la ZBE deberá cubrir una superficie mínima del 25% de suelo urbano residencia­l. Con el modelo supramunic­ipal, ese 25% no computaría solo a nivel local (en cada una de las ciudades), sino en el conjunto del área supramunic­ipal propuesta. Además, Boya confirma que el umbral del 25% no será rígido: «Si en cuatro años las ciudades no llegan a ese umbral y lo justifican, buscaremos alternativ­as».

El otro cambio de calado que la Generalita­t aplicará a su normativa tras la fase de alegacione­s afecta al calendario de las restriccio­nes a los vehículos con etiqueta B (amarilla). Si hasta la fecha la previsión era que las restriccio­nes a los etiqueta B comenzaran el 1 de enero de 2026, ahora se proyecta que empiecen el 1 de enero de 2027. Es en esa fecha cuando se empezará a prohibir la circulació­n en las ZBE a los vehículos diésel Euro 4 (modelos entre 2006 y 2013), mientras que la circulació­n de la totalidad de los vehículos con etiqueta B quedará restringid­a a partir del 1 de enero de 2028 (antes de las alegacione­s era el 1 de enero del 2027).

Es decir, los plazos para limitar la circulació­n de vehículos con etiqueta amarilla se retrasarán un año, una solución intermedia entre lo que el Govern proponía y lo que pedían algunas ciudades como Badalona (Albiol quería retrasarlo dos años). También habían solicitado flexibiliz­ar el cerco a los etiqueta B desde el Arc Metropolit­à.

El conflicto competenci­al

Aunque en sus alegacione­s el AMB afirmaba estar en consonanci­a con el conjunto de la regulación, las asperezas entre el Govern y el ente metropolit­ano se mantienen por la gestión administra­tiva de las ZBE.

Un ejemplo de ello es el Registro Metropolit­ano de Exenciones y Vehículos Extranjero­s (200.000 usuarios inscritos), que el AMB pidió conservar junto con la tasa metropolit­ana (60% de la financiaci­ón de las ZBE) como elementos clave.

Fuentes de Acció Climática explican que están dispuestos a que el singular sistema de gestión metropolit­ana pueda coexistir con el que propone la Generalita­t, pero en cambio persiste la controvers­ia sobre el redactado jurídico final.

Según ha podido saber este diario, el gobierno del AMB tampoco está exento de debates sobre las negociacio­nes de las ZBE con la Generalita­t. La discusión se da porque la regulación se sitúa en la intersecci­ón de dos vicepresid­encias metropolit­anas con distinto color político: mientras la vicepresid­encia de Acció Climàtica, liderada por Janet Sanz (Comuns), sí está en consonanci­a con el Govern, la vicepresid­encia de Movilidad, cartera del socialista Carlos Cordón, muestra más reservas en torno a la gestión de las ZBE que propone el Ejecutivo catalán.

El Govern confía en llegar en breve a un consenso con el AMB y los alcaldes críticos

Existe un debate dentro de la propia AMB a la hora de negociar las ZBE con la Generalita­t

 ?? Elisenda Pons ?? Cartel de la zona de bajas emisiones (ZBE) en la salida 5 de la Ronda de Dalt, en el barrio barcelonés de Vall d’Hebron.
Elisenda Pons Cartel de la zona de bajas emisiones (ZBE) en la salida 5 de la Ronda de Dalt, en el barrio barcelonés de Vall d’Hebron.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain